Empresario Miguel Acosta rechaza 17 cargos contra restaurante de su propiedad

Las autoridades dijeron que el restaurante fue cerrado por 45 días el año pasado, después que empleados fueron sorprendidos por encubiertos de la Autoridad de Licores, vendiéndoles bebidas a menores.

Entre los 17 cargos figuran tergiversación de propiedad de empresas operación y creación de un disturbio público, atrayendo la atención de la policía, presentación de una persona no autorizada ante la Autoridad de Licores, representando al propietario, música en vivo a altas horas de la madrugada, mantener “un patrón sostenido y permanente de ruidos, alteración, mala conducta o trastorno”, que también han provocado la intervención policial.

“La realidad es que hay unos vecinos que viven en el quinto piso y han estado llamando a la policía, pero cuando los agentes han ido, no han encontrado ningún tipo de problemas”, dijo Acosta.

El empresario señala que cuando se hacen las inspecciones de todos los departamentos, no se ha comprobado ninguna venta de alcohol a menores. “Han puesto multas por cosas que realmente no son violaciones”.

Dijo que sus abogados trabajan para resolver el caso en la Autoridad de Licores.

“Esos cargos son totalmente falsos. Cuando se va al negocio, los clientes notan que no ocurre nada de eso. Nunca ha ocurrido ese tipo de problemas y eso mismo es lo que pasa con los restaurantes que están en la avenida Dickman”, sostiene Acosta, cuyo hijo, Miguel Acosta Junior, administra el establecimiento.

El empresario reveló que entre las más recientes multas se le dio una “por un cuadro que estaba torcido”.  Añade que las multas por los menores, “son completamente falsas, mantenemos un cumplimiento estricto para respetar esa ley”.

Acosta explicó que los únicos inquilinos que se molestan son los del quinto piso, “pero los del tercero y el cuarto, nunca se han quejado”.

Dijo que hay un patrón de “persecución” contra los restaurantes del área, especialmente los ubicados en el sector Inwood.

“Desmiento que el restaurante, sea algo nauseabundo para la comunidad y por el contrario, hemos creado empleos y se hace todo bien con comida muy buena y atenciones familiares”, precisó Acosta.

El negoció fue abierto en  el 2012 y tiene unos 12 empleados y es parte del desarrollo de la comunidad, dijo Acosta.

Informó que ha hablado sobre la situación de los restaurantes del Alto Manhattan con el concejal Ydanis Rodríguez y el senador Adriano Espaillat, para buscar una solución.

“En este momento se nos tiene como entre los principales focos para recaudación de dinero de la ciudad y el estado, por la enorme cantidad de multas que nos ponen”, criticó Acosta.

Reveló que con su asesoramiento, se está formando una asociación que agrupará  a la mayoría de propietarios de esos negocios.

“Se ha vendido la imagen de que los restaurantes de la zona, están creando desasosiego a la comunidad, pero es lo contrario, porque en  los últimos 7 a 8 años, lo que han hecho los inversionistas es crear  empleos y contribuir a una nueva imagen urbana de la comunidad”, dijo Acosta.