• 18 abril, 2024

Estudiante dominicano con cáncer se gradúa con honores en Columbia

Miguel Cruz Tejada

Jason Tejada,NUEVA YORK,-La conmovedora historia del dominicano Jason Tejada, es digna de imitarse.

Después de haber sido diagnosticado con el raro cáncer «Linforma No Hodking», no desmayó en sus estudios secundarios, en la escuela de la iglesia católica La Encarnación en el Alto Manhattan.

De una camilla en la emergencia del hospital, donde estuvo hasta la madrugada, el estudiante, se fue directamente a su escuela y luego de salir de La Encarnación, donde estudiaba con una beca, entró a la prestigiosa All Hallows School de El Bronx, donde se graduó con altas calificaciones, y se matriculó en la Universidad de Columbia.

Recordando, las lágrimas de su madre y profesores por el diagnóstico, hoy Jason, convertido en un economista titulado con honores, forma parte de la empleomanía en la mundialmente reconocida empresa financiera JP Morgan, propietario del Chase Bank.

Cuando estudiaba en la primera escuela, sus padres sólo tenían que aportar $500 dólares al año y el Fondo de Becas para la Infancia, cubría el resto de la matrícula.

Jason, relata que las dos becas, lo alejaron de esquinas plagadas de drogas, en las que muchos de sus amigos y algunos de sus parientes, se plantaban para vender crack, heroína y marihuana, además del pandillerismo que pulula el barrio dominicano de Washington Heights.

«¿Qué hubiera pasado si yo no hubiese recibido esas becas y no hubiera estudiado en esas escuelas católicas?», relata Tejada.

Narra que cuando estudiaba en el Quinto Grado en La Encarnación, las esquinas alrededor de la iglesia y el plantel, en la calle 175 y avenida Saint Nicholas, eran verdaderos antros de drogas y pandilleros.

«En esas escuelas, me sentí como en una familia», recuerda el joven economista.

«La crianza que me dieron y los métodos de enseñanza en las escuelas, me ayudaron a superar el trauma y salir adelante», refiere Jason.

«Eso, me salvó de caer en lo que cayeron muchos de mis amigos y algunos parientes», sostiene el joven dominicano.

«Los profesores, que me hacían hacer trabajos hasta tres veces, me inculcaron el amor por el aprendizaje», relata.

El cáncer, se lo diagnosticaron cuando terminaba el Octavo Grado. «Me dijeron que tenía un tumor maligno y recuerdo que me fui de la oficina del doctor y me golpee contra una pared en el hospital. Mi mamá lloraba desconsoladamente».

Pero a pesar del terrible diagnóstico, no se quedó en su casa y siguió yendo a la escuela., encontrando consuelo en el personal y los profesores. «Yo, no podía dejar de llorar, a lo largo del tratamiento, encontré mucho apoyo en la escuela La Encarnación.»

Recuerda que estando en la sala de emergencia, a las 2:00 de la madrugada, su madre le dijo que en esas condiciones, no podía regresar a la escuela, pero él, decidió lo contrario y continuó con sus estudios.

Perdió las primeras semanas de la secundaria, estando interno, pero sus profesores le enviaban montones de tareas a la habitación del nosocomio.

«Mis maestros, no iban a renunciar si yo estaba dispuesto a trabajar para graduarme», dijo Jason.

Después de recibir el título de bachiller, le llegaron ofertas para las universidades de Harvard, Cornell y Columbia, tres de las más prestigiosas del mundo.

Decidió por entrar a Columbia, aunque originalmente quería graduarse en CUNY. Se graduó en Columbia de economía, con una especialidad en Historia de la Antigüedad, debido a que uno de sus maestros en la secundaria lo motivó a interesarse por la historia de Egipto.

Desde que se graduó el año pasado, fue contratado por JP Morgan.

 

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