• 8 mayo, 2024

Exoficial PN preso en Najayo pide investiguen su caso

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Luis Rafaek Fermín Cabrera

Por Tito Valenzuela

SAN CRISTOBAL.- El primer teniente en retiro de la policía, Luis Rafael Fermín Cabrera, preso desde el 2009 en el Centro de Corrección y Rehabilitación Najayo-Hombres, San Cristóbal, solicitará a la Defensora del Pueblo, doctora Zoila Martínez de Medina, vía la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), que realice una investigación de su caso, ya que permanece en prisión a pesar de que el 21 de marzo del 2011 la Suprema Corte de Justicia (SCJ) emitió la sentencia 47 ordenando la realización de un juicio nuevo en Santiago de los Caballeros.

Tras admitir un recurso de casación interpuesto por sus abogados, contra la sentencia 00051/2011 que emitió un Tribunal Colegiado de Puerto Plata que lo condenó a veinte años de reclusión por presuntamente haber sustraído casquillos y proyectiles de la escena del crimen donde, el 1 de marzo del 2006, a eso de las dos de la tarde, desconocidos a bordo de un automóvil, mataron a tiros al empresario Aladino Acevedo Díaz y al ingeniero Engels Sarita Almeyda e hirieron al obrero Leocadio Núñez mientras se encontraban frente a un edificio propiedad del primero, ubicado en la avenida Manolo Tavarez Justo, en Puerto Plata.

Fermín Cabrera indicó que la misiva la enviará a Martínez de Medina por medio del periodista Ochar G. Santana, presidente de la filial Los Mina, en Santo Domingo Este, de la CNDH. “En esta carta le explico a la Defensora del Pueblo que el tribunal colegiado me condenó basándose en testimonios falsos e incoherentes del sargento Miguel Alfonzo Pozo y del obrero Hanly Luis Parra Parra, quienes, si no lo saben pueden ser acusados del delito de perjurio conforme lo prevé el artículo 325 del Código Procesal Penal”, advirtió.

“El sargento Pozo dijo que cuando llegamos a la escena del crimen, por orden del coronel Francisco del Rosario Santos (Sasi), quien era subdirector de Investigaciones Criminales, en Puerto Plata, habían algunos oficiales policiales y que se me acercó un hombre de tez morena, que nadie conocía, y que me indicó haber recogido unos casquillos de bala, que me los entregó y que yo los guardé en una gaveta que tenía el auto de la Policía entre los asientos del conductor y el acompañante”.

“Esa versión del sargento Pozo es falsa porque ¿Cómo es posible que donde hay oficiales policiales de Homicidios y representantes del Ministerio Público, pueda un desconocido tomar elementos de tanta importancia para la investigación, como son casquillos de bala, quedarse a esperar al oficial encargado de la Sección de Delitos Monetarios (robos), de la policía en Puerto Plata, que era yo, para, delante de todos entregarme esos casquillos, y que nadie haga nada? ¿Y quiénes eran esos oficiales policiales que dijo el sargento Pozo porque, según él narra, todo ocurrió delante de ellos? Pero, además, demostré que el vehículo que utilizamos Pozo y yo para ir a la escena del crimen no tenía gaveta entre los asientos, y por eso es que en otras audiencias inventa otra versión, y dice que por orden mía él recogió los supuestos casquillos de la escena del crimen y que me los entregó cuando estábamos en la clínica Bournigal, donde recibían atenciones médicas Acevedo Díaz, Sarita Almeyda y Núñez”. Afirma el oficial policial en retiro.

El exprimer teniente de la Policía indica que incluirá en la misiva a Martínez de Medina la versión del ebanista Hanly Luis Parra Parra, quien trabajaba con el ingeniero Sarita Almeyda y quien falseó su testimonio a los jueces del Tribunal Colegiado de Puerto Plata. “Esta persona había estado en otras audiencias y fue interrogado en el 2006 por la Policía. En la audiencia donde resulté condenado, narró que cuando llegamos al lugar del crimen había mucha gente y eso es cierto”. “Donde él miente es donde afirma que vio a una persona entregándome unos casquillos, y que incluso, que me vio extrayendo proyectiles de una columna. Qué sentido tendría que sustrajera casquillos y proyectiles, en presencia de mucha gente, de una escena de crimen protegida por agentes de Homicidio por orden del coronel del Rosario Santos (Sasi) quien llegó al lugar antes que nosotros acompañado del procurador fiscal de Puerto Plata, magistrado Domingo Antonio Belliard Robles”.

“Sobre los proyectiles que supuestamente Parra Parra dice que me vio sacando de una columna del edificio, es extraño porque en una audiencia anterior dijo que al momento que fueron tiroteados no vio nada, entonces como sabía que varios proyectiles impactaron en una columna. También es extraño que recordara mi apellido y el del sargento Pozo pero que no recordara lo que dijo a la Policía en el 2006 cuando se realizaron los primeros interrogatorios sobre el doble asesinato”. Sostuvo.

Fermín Cabrera sostuvo que el 3 de septiembre de este año tiene audiencia en Santiago de los Caballeros y que desea conversar con la doctora Zoila Martínez de Medina antes de esa fecha, y que tiene la fe de que Dios dará entendimiento a los jueces que conformarán el Tribunal Colegiado en esa ciudad para que se den cuentan de la injusticia que contra él se está cometiendo. “No quiero acusar a persona alguna del vil y cruel asesinato contra Aladino Acevedo Díaz y Engels Sarita Almeyda porque no participé en las investigaciones pero sí deseo que en mi caso se haga justicia porque ya tengo cinco años preso por algo que no hice, yo no sustraje ningún casquillo de bala ni ningún proyectil, aun así no siento rencor contra el sargento Pozo y ni contra Parra Parra por ofrecer esos falsos testimonios”, indicó.

“Quiero conversar con la Defensora del Pueblo para ampliarle mi caso, entregarle documentos y videos donde otros dos testigos que buscó el exfiscal adjunto Juan Francisco Rodríguez, de San Francisco de Macorís, aseguraron en el tribunal que cumplían condenas por drogas y homicidio y que ese magistrado los convenció para que dijeran que me vieron en la escena del crimen recogiendo casquillos de bala, pero que después se arrepintieron por el daño que me estaban haciendo”. Fermín Cabrera dice que tiene en un poder un recibo donde consta que el fiscal Rodríguez le entregó cinco mil pesos a uno de estos hombres como adelanto del pago que le ofreció.

El doble homicidio

En el año 2006 Fermín Cabrera se desempeñaba como encargado de la Sección de Delitos Monetario de la Policía (robos), en Puerto Plata, narró que cuando se produjo el doble homicidio, a eso de las 2 de la tarde del 1 de marzo, se encontraba en su casa descansando luego de haber amanecido de servicio y que le avisaron por radio que el coronel Francisco del Rosario Santos (Sasi), director de Investigaciones Criminales, en esa ciudad, le ordenaba presentarse al cuartel. “llegué a las 2:30 de la tarde, momentos que también se presentó el sargento Miguel Alfonso Pozo” dijo.

“El coronel Sasi ordena que me dirija a la escena del crimen acompañado del sargento Pozo. Llegamos a las 3:10 de la tarde, pero no nos desmontamos del vehículo porque los heridos habían sido trasladados al centro médico Bournigal. De ahí nos dirigimos al centro asistencial donde el coronel Sasi me ordena regresar a la zona del crimen para que indague entre los vecinos, esa fue mi participación en la investigación sobre este caso, ya que no pertenecía a homicidios”, asegura.

Revela el exoficial que un año después del doble crimen fue pensionado de la Policía, y en el 2009, el coronel Sarita lo cita a su despacho de la Interpol donde acudió sin conocer el motivo del requerimiento. “En la oficina estaba el fiscal adjunto Juan Francisco Rodríguez, enviado desde San Francisco de Macorís, y el coronel me indica que ayude a resolver el caso del asesinato de Aladino y del ingeniero entregando unos casquillos de balas que, según ellos, el sargento Pozo les había dicho, me entregó la tarde del doble crimen cuando estábamos en el centro médico”.

Indica que explicó al coronel Sarita y al fiscal adjunto Rodríguez que nunca hizo contacto con la escena del crimen, y que por tanto no tenía en su poder casquillo de bala alguno como les informó el sargento Pozo. “Aunque me dejaron en libertad me advirtieron que me encarcelarían por alterar la escena de una crimen”, puntualizó, y agregó “tres meses después me hicieron volver al cuartel para indicarme que el sargento Pozo reveló que había recogido los supuestos casquillos de bala de la escena del crimen y los guardó en la gaveta de mi auto, que según él estaba ubicada en medio de los asientos del conductor y el acompañante”, explicó.

El exencargado de Delitos Monetarios de la Policía, en Puerto Plata, dijo que el sargento Pozo mintió porque el auto, un chevrolet del 79, no tenía gaveta en ese lugar, y sostuvo que, “el sargento Pozo siguió cometiendo errores, que fueron obviados por el coronel Sarita y el fiscal adjunto Rodríguez, porque en otra parte de los interrogatorios dijo que había visto cuando un “hombre moreno” me entregó los supuestos casquillos, lo que también es mentira, con lo cual ofreció versiones diferentes” aseguró.

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