Fallece a los 96 años el legendario cantante estadounidense Tony Bennett
Publicó más de 70 álbumes que le granjearon 19 Grammys competitivos, 17 de ellos después de cumplir los 60 años.
Su publicista Sylvia Weiner confirmó el deceso a la Associated Press y dijo que murió en su ciudad natal de Nueva York. No hubo una causa específica, pero le habían diagnosticado el mal de alzhéimer en 2016.
El último de los grandes cantantes de salón de mediados del siglo XX, Bennett solía decir que la ambición de su vida era crear “un catálogo de hits más que discos de hits”. Publicó más de 70 álbumes que le granjearon 19 Grammys competitivos, 17 de ellos después de cumplir los 60 años.
Además, gozaba del afecto profundo y duradero de fans y colegas.
Bennett fue elogiado a menudo por sus compañeros, pero nunca de manera más significativa que por lo que dijo Sinatra en una entrevista de la revista Life de 1965: “Para mi dinero, Tony Bennett es el mejor cantante en el negocio. Me excita cuando lo miro. Él me mueve. Es el cantante que transmite lo que el compositor tiene en mente, y probablemente un poco más”.
No solo sobrevivió al auge de la música rock, sino que aguantó tanto tiempo y tan bien que ganó nuevos seguidores y colaboradores, algunos lo suficientemente jóvenes como para ser sus nietos.
En 2014, a los 88 años, Bennett rompió su propio récord como el artista vivo de mayor edad con un álbum número 1 en la lista Billboard 200 por «Cheek to Cheek», su proyecto de duetos con Lady Gaga.
Tres años antes, encabezó las listas con «Duets II», con estrellas contemporáneas como Gaga, Carrie Underwood y Amy Winehouse, en su última grabación de estudio. Su relación con Winehouse quedó plasmada en el documental nominado al Oscar «Amy», que mostraba a Bennett alentando pacientemente a la joven e insegura cantante a través de una interpretación de «Body and Soul».
Su último álbum, el lanzamiento de 2021 «Love for Sale», presentó duetos con Lady Gaga en la canción principal, «Night and Day» y otras canciones de Porter.
Para Bennett, uno de los pocos artistas que se movía con facilidad entre el pop y el jazz, estas colaboraciones formaban parte de su cruzada para exponer a nuevas audiencias lo que él llamó el Gran Cancionero Americano.