FALPO condena agresión a tiros de la Policía a estudiantes UASD-SFM

Denuncian fabricarían expedientes a activistas para frenar protesta

SANTO DOMINGO.-El Frente amplio de Lucha Popular (FALPO) condenó hoy la agresión a tiros y bombazos que fueron víctimas este lunes los estudiantes en la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), recinto San Francisco de Macorís, por parte de la Policía Nacional, y advirtió sobre un plan represivo del gobierno, que va desde la persecución, la fabricación de expedientes, hasta el apresamiento ilegal de activistas y dirigentes.

Raúl Monegro, vocero nacional del FALPO y coordinador en la región Norte del país, responsabilizó al General Neivis Pérez Sánchez de provocar la interrupción de la docencia y de violación del fuero universitario, y dijo que es la segunda vez que agentes de la Policía penetran al campus UASD-SFM en 18 meses que tiene dicho oficial al frente del Comando Noreste de la Policía Nacional.

“Un gran contingente de policías anti-motines, portando lanza bombas, metralletas y otras armas letales, fue desplegado desde antes del amanecer frente al recinto de la UASD; se estableció cuartel un policial frente a su entrada, generando una situación de hostilidad que desencadenó la protesta de los estudiantes. Todo lo programado fue una rueda de prensa de los grupos populares y estudiantiles para anunciar actividades de protestas dentro de nuestros derechos constitucionales”, expresó Monegro.

Indicó que el General Neivis Pérez estableció un “cuartel” de la Policía frente a la entrada de la UASD-SFM y estuvo en persona dirigiendo los operativos de decenas a agentes de Operaciones Especiales que llegaron el pasado sábado de Santo Domingo, por lo que no fue ajeno a sus actuaciones.

Monegro afirmó que agentes de la Policía, no solo usaron cartuchos y lanzaron decenas de bombas, sino que dispararon con las metralletas que portaban y otras armas largas, contra los estudiantes que se encontraban dentro del recinto universitario.

Consideró que hay una clara decisión política del gobierno y la Policía, de intentar acallar las protestas pacíficas contra la corrupción y la impunidad con el uso de la fuerza y la represión, lo que entiende como un “vano intento” ante un problema que es de “inoperancia del sistema de justicia”.