• 25 abril, 2024

Familia, Iglesia y Estado

Mileyma IzquierdoPor Mileyma Izquierdo Q.

Lo correcto es hacer lo correcto, correctamente.

La familia contemporánea ha perdido la noción del tiempo y el espacio. Atribuimos los altos índices de divorcios y familias disfuncionales al desconocimiento de los roles que debemos desempeñar dentro del hogar. Cada integrante juega un papel significativo y fundamental en esta organización.

Los individuos antes de contraer nupcias no reciben educación matrimonial, a menos que decidan hacerlo por la Iglesia Católica y ésta les facilite unos cursillos prematrimoniales. En el caso de los no creyentes, estos no reciben orientación alguna más allá de los consejos de amigos y familiares.

Después de casados y cazados; no ha de sorprendernos que debido a la falta de una educación matrimonial sostenida, nuestros hogares carezcan de una base lo suficientemente sólida y de columnas fuertes que salvaguarden el elemento natural, universal y fundamental de la sociedad, la familia.

Es necesario promover una familia sana desde su seno. Esto es posible sí, y sólo si, la Iglesia y el Estado unen fuerzas y voluntades, si se interesan por lo verdaderamente importante, la familia como núcleo de la sociedad. Un Estado e Iglesia, responsables, defienden la unión y la soberanía de la familia.

Una sociedad que no hace lo que debe hacer, cómo y cuándo debe hacerlo, no se diferencia en nada de la flora y la fauna silvestre, sin orden ni control. La educación es mucho más que aulas y libros, es la formación constante y permanente de seres humanos que procuran vivir en paz.

Casi todas las madres dominicanas han sufrido en carne propia la desgracia de ser cabeza y cuerpo del hogar, y cuando decimos “desgracia”, nos referimos al hecho de que ninguna mujer merece ser padre y madre a la vez, de ningún ser humano, asumiendo con responsabilidad la irresponsabilidad ajena.

Debemos identificar nuestro papel y asumir el rol que nos corresponde con honor. Pensemos en el lugar que ocupados dentro de la sociedad y en el que ocuparemos en la historia. Citamos un fragmento anónimo: “Hay muchas personas que se esfuerzan por alcanzar nobles ideales, la vida está llena de heroísmo”, fin de cita.

Es altamente importante la planificación individual y colectiva. Con esto buscamos un enfoque global que nos permita un crecimiento y desarrollo ordenado y organizado. Partiendo de lo particular a lo general,  políticas de planificación y control familiar.

Fuera de la sociedad – según Aristóteles – el hombre es una bestia o un dios. Rogamos a las autoridades celestiales y terrenales abrir las puertas y las ventanas. La familia, la Iglesia y el Estado, es todo lo que somos; es el génesis y el apocalipsis, nuestro principio y fin.

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