• 23 noviembre, 2024

Félix D Oleo: el estilo inconfundible de un artista

Por Luisa Rebecca Valentín

Santiago.  Félix D Oleo ofreció un concierto memorable en el Salón Maguá del Hotel Gran Almirante, donde seguidores y amigos del artista acudieron a la convocatoria de Jovanny Santos, productor del evento, donde el artista demostró que no importa el tiempo, ni el lugar, Félix D Oleo es Félix D Oleo y ofrece un función única que perdura en el recuerdo y en el corazón de quienes participan de sus espectáculos.

La noche, que se inició con las interpretaciones de Chico Pérez, quien creó la atmósfera para recibir luego al moreno de Hondo Valle, fue cediendo al artista las herramientas para, cual alquimista, convertir a «De bar en bar», en un espectáculo para desatar las emociones y soltar las amarras de la vida cotidiana, aunando sentires y dejando aflorar los más íntimos recuerdos y las más encendidas vivencias.

Introduce cada canción, ofreció disculpas a representantes de medios por no haber asistido a la rueda de prensa y a Nelson Javier, por no acudir a su programa de televisión.  Habla de violencia, de establecer una cruzada de paz, del momento actual, de situaciones y luego nos conduce por el cauce de la canción, por los laberintos agridulces del amor y desamor, vertidos en una copa, saboreándolos y dejándoles ir como el humo del cigarro…

Félix es una mezcla de muchos estilos, épocas y sentires.  Desde un tema de José Manuel Calderón, Silvio Rodríguez, Amaury Pérez o Pablo Milanés, puede darnos un revés con algún tema de Piero, Francisco Céspedes, Sonia Silvestre, Luisito Rey o Danny Rivera, sin que sintamos que se parece a nadie.  Félix es Félix y mantiene, en cualquier circunstancia, su sello propio.  Tiene un sello inconfundible y jamás cantará una canción de otro, sin imprimirle su identidad y estilo personal e inconfundible.

El canta en su tiempo, no le importa si la banda acelera o no.  A él nadie lo saca de su propio ritmo y eso le da ese aire de pieza única, de experiencia única, de vivencia única, de alquimista que recibe un tema y lo transforma al tocarlo.

Chistes, cuentos, sentires, anécdotas y pareceres se combinan para ofrecer un show de más de dos horas de duración que incluyó 28 canciones.  Y es que cuando el moreno se conecta con el sentimiento, no hay quien lo pare…

«Cada vez», «Años», «Me dejaste», «No me importa», «Murmullos», «Se fue», «Mi viejo», «Es mi vida», «Tantos deseos de ella»,  «Para vivir», con arreglos de jazz, «»No me acostumbro», «Yo pienso que», «Canción del elegido», «El breve espacio en que no estás», «Frente a una copa de vino», «Ojalá» «Quiéreme», le sigue un mosaico de boleros, luego viene «Te amaré», una evocación de José Manuel Calderón», «Entrega total», de Javier Solís; «Te doy una canción», «Remolino», de Céspedes; «Hacerte venir», «Soy como soy» y «Me falta todo», entre otros temas, hicieron de la noche un recorrido por épocas y géneros musicales diversos, pero desde la óptica de D Oleo, con el acompañamiento musical esta vez de una banda bajo la dirección del maestro Leo Pimentel.

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