El Vaticano volvió a emitir una fumata negra este jueves desde la chimenea de la Capilla Sixtina, señalando que los 133 cardenales reunidos en el cónclave aún no han elegido al sucesor del papa Francisco, fallecido el 21 de abril a los 88 años.
Miles de fieles se congregaron nuevamente en la Plaza de San Pedro para presenciar el resultado de las votaciones. Aunque recibida con aplausos y resignación, esta segunda fumata negra aumenta la expectativa entre los asistentes. “Espero que lo elijan esta tarde o mañana”, comentó Marcela Tapia, una visitante mexicana.
El cónclave continuará con dos votaciones por la mañana y dos por la tarde hasta que uno de los candidatos obtenga al menos 89 votos, equivalentes a los dos tercios necesarios.
A diferencia de los anteriores cónclaves en 2005 y 2013, resueltos en dos días, la elección actual se complica debido a las divisiones internas entre los bergoglistas –alineados con la visión reformista del papa Francisco– y el sector más conservador de la Iglesia.
La tradicional señal del humo se logra con una mezcla química al quemar las papeletas de votación. Solo una fumata blanca confirmará que la Iglesia Católica tiene un nuevo líder.
Unas 50.000 personas presenciaron la primera señal de humo el miércoles, y miles más regresaron este jueves bajo el sol primaveral. “Es un acontecimiento único en la vida”, dijo Paul O’Flynn, un irlandés de 72 años. Otros, como Paolo Cabrera, prometieron permanecer todo el día en la plaza hasta ver la esperada señal blanca.