De Miguel Cruz Tejada
El homicidio, según las pruebas, Castaños, lo perpetró el 20 de febrero en la vivienda en la que ambos vivían, situada en la calle Keys Drive.
Después de matar a la mujer, Castaños se entregó a la policía y se inició la investigación que concluyó con la acusación formal, que también incluye el cargo de posesión ilegal de un arma de fuego, que usó para cometer el asesinato.
Paulino, era una estudiante brillante de la Universidad Estatal de Salem, aspiraba a modelo profesional y se desempeñaba como niñera para costear sus estudios.
Su cuerpo, fue encontrado por los investigadores en el apartamento, escena del crimen.
Cuando se entregó a la policía en Lynn (Massachusetts), Castaños admitió haber cometido el homicidio, que fue la conclusión de un historial de violencia doméstica contra la víctima.
Dos días antes del hallazgo del cadáver de Paulino, ella había pedido a la administración del edificio que la ayudaran a sacar a Castaños de la casa, precisamente por temor a que la matara.
La familia de la mujer, dijo que muchos la aconsejaron frecuentemente para que abandonara la relación, pero cuantas veces, se iba, regresaba al lado del hombre que finalmente le quitó la vida.
Castaños, será procesado nuevamente en los próximos meses en el Tribunal Superior de Salem y el asesinato es un cargo que no está en jurisdicción de un tribunal de ese nivel.
Si es declarado culpable, el confeso matador, sería condenado a cadena perpetua.
