Guinnes certifica en NY a químico polaco de 111 años como el hombre más viejo del mundo
Miguel Cruz Tejada
NUEVA YORK,- El químico polaco, doctor Alexander Imich de 111 años de edad y quien reside en un hospicio en la parte alta de Manhattan, fue certificado ayer miércoles por la organización Guinnes de récords mundiales, como el hombre más viejo del mundo.
El certificado, le fue entregado en su lecho. Imich, es viudo y su esposa falleció en 1986. Además de químico, el centenario médico, también se graduó de parasicólogo.
Cuando se le preguntó por la clave de su longevidad, dijo que se debe a buenos genes y un estilo de vida saludable.
Michael Mannon, amigo durante 20 años del químico polaco, dijo que Imich, está muy contento por el certificado de Guinnes, pero se pone más feliz, cuando la gente lo recuerda por las numerosas investigaciones que hizo en el campo de la parasicología.
«El, no sólo ha sido reconocido por su longevidad, sino también por los trabajos que hizo para conseguir que la ciencia convencional, pudiera investigar seriamente los fenómenos físicos que no podemos explicar», añadió el señor Mannon de 64 años de edad y quien conoció a Imich, a través de su novia hace dos décadas, lo visita casi diariamente.
El doctor Imich, nació en la provincia Czestochowa en Polonia en 1903 y huyó cuando los nazis, ocuparon ese país y asumieron el control del territorio en 1939, durante la Segunda Guerra Mundial, además de sobrevivir en un campo de concentración en Rusia.
Posteriormente, llegó a Estados Unidos, donde se graduó en 1951 en parasicología.
El consultor senior de Guinnes, Robert Young, dijo que la organización revisó el acta de nacimiento de Imich, sus papeles de inmigración y registros universitarios para verificar su edad.
«El, es el veterano de la guerra más viejo con vida y el primer hombre más viejo vivo en el mundo», dijo Young.
El último poseedor de ese récord, fue Arturo Licta de Italia, quien murió el 24 de abril de este año, a la edad de 111 años y 357 días.
La edad más larga del planeta, se atribuye a la japonesa Misao Okawa, quien a comienzos de mayo de este año, celebró a 116 años.
