La captura del capo José David Figueroa Agosto y de su compañera sentimental Sobeida Félix Morel, brinda un gran respiro a las autoridades dominicanas.
Esto así, debido a la importancia que por espacio de diez meses desplegaron los medios, tras la fuga de ambos, y las críticas a las debilidades al sistema de justicia y persecución del delito de parte de los organismos de inteligencia.
Sin embargo, la versión de que los familiares de los jefes de la Dirección Nacional de Control de Drogas y de la Policía Nacional, tuvieron que ser sacados del país, por temer a posibles atentados de parte de sicarios vinculados al narcotráfico, evidencia que no todos los cabos fueron amarrados y son mas los que andan sueltos que los apresados.
Y es que el narcotráfico y sus tentáculos al parecer están en todas partes y el que menos se piensa es parte de esa red que busca dinero facil.
El Sol de Santiago, entiende que este caso de Figueroa y Sobeida debe servir de lección a las autoridades para empezar a depurar a los miembros de los organismos que combaten el crimen y las dogas, pues como vamos, el abismo seria pequeño.
La muestra de que la ciudadanía común los trate como si fuera un caso de artistas, deja mucho que desear. Los valores se han perdido que llegan a esos extremos de que los malos son mejores valorados que los buenos. Hagamos una parada y comencemos de nuevo a meditar, talvez esto nos sirva de ejemplo para el futuro incierto que nos espera.