Kingston, Jamaica – El huracán Melissa se prepara para golpear a Jamaica la tarde de este martes como un huracán de categoría 5, la máxima en la escala de vientos Saffir-Simpson, según informó el Centro Nacional de Huracanes (NHC) de Estados Unidos.
El fenómeno se encuentra actualmente a unos 90 kilómetros al sur-sureste de Negril, con vientos sostenidos de hasta 280 km/h, lo que lo convierte en un ciclón extremadamente peligroso y potencialmente devastador.
Situación catastrófica en Jamaica
De acuerdo con Anne-Claire Fontan, especialista en ciclones tropicales de la Organización Meteorológica Mundial (OMM), Melissa podría generar una “situación catastrófica” en la isla caribeña.
“Para Jamaica, sin duda será la tormenta del siglo”, advirtió Fontan en una conferencia de prensa desde Ginebra. Se esperan marejadas ciclónicas de hasta cuatro metros y precipitaciones superiores a los 70 centímetros, lo que podría provocar inundaciones repentinas y deslizamientos de tierra en varias regiones del país.
Caribe en máxima alerta
El huracán Melissa se ha fortalecido debido a su lento desplazamiento por el oeste del mar Caribe, lo que ha permitido un incremento gradual de su tamaño y potencia. Las autoridades meteorológicas advirtieron que el sistema representa una amenaza seria no solo para Jamaica, sino también para otras islas vecinas.
La Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja estima que hasta 1,5 millones de personas podrían verse directamente afectadas por el paso del huracán. En respuesta, Bahamas ordenó la evacuación preventiva de varios de sus territorios del sudeste, ante el posible deterioro de las condiciones meteorológicas el miércoles.
Evacuaciones en Cuba y medidas preventivas
En Cuba, unas 1.000 personas fueron evacuadas de la Base Naval de EE.UU. en Guantánamo como medida de precaución. Los pronósticos señalan que Melissa podría tocar tierra en la región suroriental del país, entre Granma, Santiago de Cuba y Guantánamo, durante las próximas horas.
Los meteorólogos advierten que los vientos huracanados, las lluvias torrenciales y el oleaje extremo podrían causar daños graves a infraestructuras, redes eléctricas y viviendas en su trayectoria por el Caribe.
