• 23 abril, 2024

Incremento costos desafía sistemas de salud Latinoamérica

Incremento costos desafía sistemas de salud Latinoamérica

Incremento costos desafía sistemas de salud LatinoaméricaSanto Domingo. La expectativa de vida de la población Latinoamericana ha aumentado significativamente en las últimas dos décadas, en las misma medida en que los diferentes países de la región se han ido fortaleciendo. En la mayoría de los casos el sector privado ha desempeñado un rol protagónico en el desarrollo de los sistemas de salud, principalmente en términos de gestión y garantía de la eficiencia de la atención de salud que reciben los afiliados a la seguridad social.

Sin embargo, estos avances, que incluyen accesos a nuevas tecnologías y fármacos de última generación, unidos al envejecimiento de la población y al surgimiento de nuevos brotes epidémicos, han generado un vertiginoso crecimiento de los costos sanitarios. Incluso en los países miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), que en su mayoría son naciones desarrolladas, los costos sanitarios han estado creciendo más rápido que sus economías, durante décadas, lo que ha generado déficits importantes en esas naciones.

El gerente general de la entidad promotora de salud (EPS) Sura, Gabriel Mesa, en su participación en el primer encuentro anual del año 2016 de la Asociación Latinoamericana de Sistemas Privados de Salud (ALAMI), explicó que si bien esta tendencia ha sido percibida como un desafío a largo plazo, la crisis fiscal y los cambios demográficos se han intensificado, haciendo necesario explorar la manera de encontrar sistemas de salud sostenibles, pues el gasto en salud en el mundo está proyectado a duplicarse en la próxima década.

En ese sentido, el experto señala que los sistemas de salud en las economías emergentes deben evitar seguir el camino de los países desarrollados. Estados Unidos, por ejemplo, gasta más que cualquier país del mundo en salud, debido a las altas tasas de obesidad y a la carga que representan las demandas. En tanto, el estilo de vida saludable y el énfasis en el cuidado preventivo que caracteriza a Japón reduce considerablemente los costos de esa nación, respecto a otros países, a pesar de tener una población anciana. Esta comparación pone sobre la mesa la importancia de la medicina preventiva, en la que una adecuada implementación del primer nivel de atención juega un rol primordial.

En el caso de Canadá, que ha sido considerado un modelo de eficiencia, el sistema de salud se ha vuelto financieramente insostenible, según apuntó el anterior primer ministro, Brian Mulroney. Este país se enfrentará a una crisis si no se hacen los esfuerzos para encarar la problemática, pues los costos de salud incrementan explosivamente, creciendo de un 5% a un 7% anualmente y se estima que podrían consumir el 80% del presupuesto total en Ontario en el 2030.

La espera por el tratamiento se ha convertido en una característica que define el sistema de salud canadiense, que en promedio es 18.3 semanas entre la remisión de un médico general y la recepción de tratamiento, lo que representa un aumento de 97% en el promedio de espera con relación a 1993, según refirió Mesa.

A pesar de las estrategias implementadas por las provincias para reducir los tiempos de espera y el alto nivel de gasto en salud, es evidente que los pacientes en Canadá siguen esperando demasiado tiempo para recibir tratamiento médico necesario, según una encuesta realizada este año en esa nación. Los pacientes también experimentan tiempos de espera importantes para diversas tecnologías de diagnóstico, que podría ser de 4 semanas para una tomografía (TAC) o una ecografía y 10.4 semanas para una resonancia magnética, según citó Mesa.

En República Dominicana los costos por servicios de salud de la siete principales ARS privadas, se incrementaron en un 135.5% desde 2009, al pasar de RD$12,624 millones a RD$29,734 millones al cierre de 2015, según el último informe de resultados publicado por la Asociación Dominicana de Administradoras de Riesgos de Salud (ADARS). En comparación con 2014, el aumento en los costos ha sido de un 9.4%, que en términos absolutos representan una diferencia de RD$2,543 millones. De los servicios demandados por los afiliados, el 49% corresponde a hospitalizaciones, cirugías, exámenes de laboratorios y medios diagnósticos.

Algunas variables que inciden en el aumento de los costos de salud son comunes en los diferentes países: un perfil epidemiológico migrando a enfermedades crónicas, expectativa de vida en aumento, cronificación de enfermedades que antes eran mortales (como el VIH); además de medicamentos, dispositivos y procedimientos de alto costo, sub-especialización de la medicina y aumento de las demandas médico-legales.

Uno de los retos más importantes que enfrentan las administradoras de riesgos de salud es la disparidad entre los ingresos percibidos y los gastos por servicios de salud. El ejecutivo de EPS Sura señala que, en promedio, por cada 1.000 pesos colombianos recibidos como ingresos por una administradora de riesgo de salud en Colombia, $950 se utilizan para pagar servicios de salud.

Asimismo, el presidente del directorio de la Asociación de Instituciones de Salud Previsional (ISAPRE) de Chile, Rafael Caviades, señala que en el sector salud las empresas deben ver más allá de lo legal, por tratarse de un bien social, lo que dificulta la regulación enfocada a la protección de las compañías prestadoras de servicios y administradoras de riesgos de salud.

En República Dominicana cada afiliado recibía en promedio 10.9 prestaciones en el 2007, mientras que para el 2014 esa cifra ascendía a 15.1, mientas que el aumento en el aporte per cápita no ha aumentado en la misma proporción, lo que ha generado un déficit importante en el sector.

Panorama regional

El presidente de la Asociación Latinoamericana de Sistemas Privados de Salud (ALAMI), Hugo Magonza, señaló que los sistemas de salud de Latinoamérica tienen básicamente los mismos retos, matizados por la realidad común de la desigualdad generada por los altos niveles de pobreza en la región. “El gran desafío no solo es ampliar la cobertura sino hacerla universal, para lo que se requiere del apoyo del Estado a las empresas privadas de salud, para lograr una mayor ampliación del acceso a los servicios. De esta manera el Estado puede delegar la atención médica sin necesidad de estar ausente, sino asumiendo un rol rector y regulador”, explicó.

El titular de la ALAMI enfatizó que los costos de los sistemas de salud aumentan en la medida en que se especializan, por lo que es necesario una adecuada gestión; evitar la burocracia excesiva, la corrupción y las legislaciones que limitan los fondos a la seguridad social de manera insostenible, así como evitar la aplicación de procedimientos diagnósticos y tratamientos innecesarios que aumentan los costos de manera desproporcional.

Contribución del sector privado a la salud en América Latina

Durante su participación como orador en el encuentro anual de la ALAMI, el doctor Jaime Arias, presidente ejecutivo de la Asociación Colombiana de Empresas de Medicina Integral (ACEMI), refirió que algunos de los pensadores actuales más influyentes abogan por la participación privada y por la competencia para el fortalecimiento de mecanismos de desarrollo social y económico de los países.

“Los fondos públicos son casi siempre insuficientes y deben aprovecharse en lo esencial, razón fuerte para delegar lo que se pueda a la iniciativa privada, cuando esta esté en capacidad de asumir la tarea”, enfatizó.

Arias considera que la construcción de sistemas de salud eficientes implica un diálogo permanente, franco y constructivo entre el Estado y los asociados del sector privado. “En el caso colombiano existe un Consejo Nacional de Seguridad Social en Salud que tomaba decisiones colegiadas importantes y recientemente fue convertido en una instancia de asesoría al Gobierno, en la que tienen representación de pacientes, prestadores, aseguradores, industria farmacéutica, academia y gremios médicos. Allí se discuten los asuntos más importantes y cada sector expresa libremente su opinión y presenta propuestas”, destacó.

El presidente ejecutivo de ACEMI enfatizó que en salud, como en cualquier otro campo, se necesita un conjunto empresarial sostenible financieramente, efectivo en el logro de su objeto social, eficiente, competitivo y legitimado ante la sociedad; empresas que mejoren continuamente la calidad de sus servicios, que contribuyan al objetivo común de fortalecer el estado de salud de la comunidad, que colaboren con el Estado en la racionalidad de los gastos y que satisfagan los intereses propios del negocio, en términos de crecimiento, utilidades y satisfacción de los grupos de interés relacionados, comenzando por los pacientes.

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