Inglaterra gana ante Eslovenia

«¡Qué momento!» alcanzó a decir Jermain Defoe. Lo fue, tanto como breve. Apenas un puntillazo en el minuto 23. Su gol puso a Inglaterra en octavos de final y los salvó de la catástrofe. Repetir lo ocurrido en Suecia 1958, luego de haber llegado al Mundial de Sudáfrica entre los candidatos al título.

Ganaron 1-0, por la mínima, ante Eslovenia. A la italiana dirían algunos, pero a Fabio Capello la ironía lo tiene sin cuidado. Salvarse de la eliminación lo indujo a una euforia desmedida. La presión zafó y el técnico gritaba a los cuatro vientos: «¡Reencontré a mi equipo!». Ahora se siente invencible.

Inglaterra no debía quedar afuera por el bien del espec- táculo, aunque su juego hasta ayer haya sido mediocre. Sí debía sufrir, pues no hizo mayores méritos para conseguir la clasificación con los empates ante Estados Unidos (1-1) y Argelia (0-0).

El castigo cayó sobre Eslovenia, que llegó a su último partido con cuatro puntos, y en un soplo quedó eliminada con un gol de último minuto, que marcaron los estadounidenses ante los argelinos. «Es indescriptible», así lo definió el técnico Matjaz Kek.

Los ingleses evitaron el acantilado, pero el triunfo también les dio fuerza. «Ahora estamos liberados, ya no tenemos nada que temer», repetía Capello.

Llegar hasta ahí les costó una crisis interna. Se habló de un motín de John Terry y peleas, pero en la cancha se portaron como un equipo, incluyendo a David Beckham que recibió a todos sus compañeros al borde de la cancha para felicitarlos.

Quizá sólo de cara a la galería Capello finja que todo está bien. Aún así tuvo palabras para Terry, a quien le quitó la banda de capitán antes de llegar a la Copa del Mundo. «Es un líder. Su desempeño fue muy importante».

Terry se tiró a la grama al terminar el partido. Arrodillado lloró con la cara oculta y luego volvió a ser el mismo de siempre. Quizá si estén liberados.

Inglaterra jugó mejor ante Eslovenia, pero no fue por arte de magia. «Hablé con los jugadores, volvimos a ver nuestros partidos, especialmente el de Argelia y todos comprendimos que no era la buena manera de pasar la fase».

También hubo cambios en el campo, que resultaron claves. Matthew Upson en la zaga, John Milner regresó al mediocampo y Defoe al ataque.

La estrella Wayne Rooney también apareció, sin gol, pero trabajando para el equipo, que recién suma su primera victoria del Mundial. El delantero salió lesionado del tobillo, pero dicen que es una falsa alarma. Él se lamenta más del tanto que pudo marcar y que el poste derecho le negó.

La suerte y la puntería en el arco no ha acompañado a Inglaterra. Frank Lampard, Glen Johnson y Steven Gerrard tampoco pudieron, en una buena noche del portero esloveno Samir Handanovic.

El conjunto británico no fue un dechado de virtudes ofensivas. Se enfocó en buscar el gol a su manera: subida por las bandas y centro al área. Una y otra, una y otra vez. No todo es el talento, también cuentan la disciplina y la constancia y en un Mundial cualquier forma que te haga ganar es válida.

Por el momento, les alcanzó para quedar como segundos en la clasificación del Grupo C, pero cuando creían que la tortura había terminado, viene Alemania. Será el sábado en Bloemfontein. Una batalla épica y crucial.