• 20 enero, 2025

Israel libera 90 presos palestinos; Hamás entrega 3 rehenes

Israel excarceló a los primeros prisioneros palestinos, y las primeras tres rehenes fueron liberadas de Gaza mientras entraba en vigor un frágil acuerdo de alto el fuego entre Israel y Hamás tras 15 meses de guerra, con emociones encontradas y pasos más complicados en el horizonte durante las próximas seis semanas.

Palestinos en toda la Franja de Gaza comenzaron a regresar a sus hogares, y los primeros camiones con un incremento en la ayuda humanitaria empezaron a ingresar al devastado territorio.

El alto el fuego que comenzó el domingo por la mañana aumenta las esperanzas de poner fin a un devastador conflicto y el regreso de los casi 100 rehenes restantes que fueron secuestrados durante el ataque de Hamás del 7 de octubre de 2023. Sin embargo, aún persisten serias dudas sobre si se reanudarán los enfrentamientos luego de que concluya la primera fase de seis semanas.

Primero ocurrió la liberación de Emily Damari, de 28 años; Romi Gonen, de 24, y Doron Steinbrecher, de 31, en una entrega a la Cruz Roja cargada de tensión en una calle de Ciudad de Gaza. En tomas de video se les pudo ver rodeadas por miles de personas, acompañadas de hombres armados y con el rostro cubierto que portaban cintas verdes de Hamás.

Las mujeres fueron llevadas hasta las fuerzas israelíes y posteriormente hacia Israel, en donde abrazaron estrechamente a sus familiares y estallaron en llanto. Se pudo ver a Damari mientras levantaba su mano vendada en señal de triunfo. El ejército dijo que perdió dos dedos durante el ataque del 7 de octubre.

En Tel Aviv, miles de personas que se reunieron para ver las noticias en pantallas gigantes estallaron en aplausos. Durante meses, muchos se habían congregado semanalmente en la plaza para exigir un acuerdo de alto el fuego.

“Una nación entera los abraza”, declaró el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu.
Más de siete horas después, los primeros prisioneros palestinos fueron liberados. Habían sido detenidos por lo que Israel dijo eran delitos relacionados con su seguridad, desde lanzar piedras hasta acusaciones más graves como intento de asesinato.

El ejército israelí, que ocupa Cisjordania, advirtió repetidamente a los palestinos para que no llevaran a cabo celebraciones públicas de ningún tipo. La liberación tuvo lugar después de la 1 de la madrugada, pero multitudes rodearon los autobuses después de que salieron de la prisión. Algunas personas se subieron encima o ondearon banderas, incluidas las de Hamás.

Hubo fuegos artificiales y silbidos, y gritos de “Dios es grande”. Los liberados fueron alzados sobre los hombros de otros o abrazados.

La prisionera más reconocida en ser liberada fue Khalida Jarrar, de 62 años, integrante de una facción seglar de izquierda que estuvo involucrada en ataques contra Israel en la década de 1970, pero que luego redujo las actividades de combate. Desde su arresto a finales de 2023 permaneció bajo órdenes de detención renovables indefinidamente, lo que desató críticas de grupos defensores de los derechos humanos.

La próxima liberación de rehenes y prisioneros se llevará a cabo el sábado. Durante los 42 días que durará la primera fase del alto el fuego se liberará a 33 rehenes y se excarcelará a casi 2.000 prisioneros y detenidos palestinos. En poco más de dos semanas comenzarán las conversaciones mucho más desafiantes sobre la segunda fase.

Este es apenas el segundo alto el fuego en la guerra, más largo y más significativo que una pausa de una semana en noviembre de 2023, y tiene el potencial de poner fin a los combates de manera definitiva.

Pero Netanyahu —quien había estado bajo intensa presión del gobierno del presidente estadounidense Joe Biden y del presidente electo Donald Trump para que concretara un acuerdo antes de que Trump sea investido el lunes en Estados Unidos—, ha dicho que cuenta con el apoyo de Trump para reanudar los combates en caso de ser necesario.

Mientras tanto, el ministro de Seguridad Nacional de Israel, Itamar Ben-Gvir, avisó que su partido Poder Judío abandonaría el gobierno en protesta por el alto el fuego, en una muestra de la fricción que, según algunos israelíes, demoró la llegada de un acuerdo. La salida del ultranacionalista Ben-Gvir debilita la coalición de Netanyahu, pero no afectará la tregua.

“Alegría mezclada con dolor”

En toda Gaza hubo alivio y dolor. En los combates han muerto decenas de miles de personas, han sido destruidas amplias áreas, y la mayor parte de la población ha tenido que desplazarse.

“Este alto el fuego fue una alegría mezclada con dolor, porque mi hijo fue martirizado en esta guerra”, manifestó Rami Nofal, un desplazado de Ciudad de Gaza.

Aparecieron combatientes enmascarados en algunas celebraciones, donde las multitudes coreaban eslóganes en su apoyo, según reporteros de The Associated Press en Gaza. La policía —controlada por Hamás— comenzó a desplegarse en público después de haber permanecido mayormente oculta debido a los ataques aéreos israelíes.

Algunas familias se dirigieron a casa a pie, con sus pertenencias a bordo de carretas jaladas por burros.

En la ciudad sureña de Rafah, los residentes regresaron para toparse con una destrucción generalizada. Algunos encontraron restos humanos entre los escombros, incluidos cráneos.

“Es como ver una película de terror de Hollywood”, manifestó el residente Mohamed Abu Taha mientras inspeccionaba las ruinas de la casa de su familia.

Las fuerzas israelíes ya se empezaban a replegar de algunas zonas. Residentes de las localidades de Beit Lahiya y Jabaliya, en el norte de Gaza, dijeron a la AP que no vieron soldados israelíes en la zona.

Un residente dijo que vio cuerpos en las calles que aparentemente llevaban varias semanas allí.

División en Israel sobre el alto el fuego

En Israel la gente seguía dividida con respeto al acuerdo.

Asher Pizem, de 35 años y residente de la ciudad de Sderot, manifestó que el acuerdo simplemente había pospuesto el próximo enfrentamiento con Hamás. También criticó a Israel por permitir la entrada de ayuda a Gaza, diciendo que contribuiría a la reactivación del grupo miliciano.

“Tomarán su tiempo y atacarán de nuevo”, declaró mientras observaba las ruinas humeantes de Gaza desde una pequeña colina en el sur de Israel, junto con otros israelíes que se reunieron en el lugar.

Cuando se le preguntó a Biden el domingo si le preocupaba que Hamás se reagrupe, respondió que no.

Inmenso costo de la guerra

El costo de la guerra ha sido inmenso, y ahora surgirán nuevos detalles. El jefe del municipio de Rafah en Gaza, Ahmed al-Sufi, indicó que gran parte de la infraestructura —incluidas las redes de agua, electricidad y carreteras— fue destruida, al igual que miles de hogares.

Ahora también debería haber un incremento en la distribución de asistencia humanitaria, con el ingreso de cientos de camiones a Gaza todos los días, muchos más de los que Israel permitía previamente. La agencia humanitaria de la ONU indicó que más de 630 camiones con ayuda ingresaron el domingo, y al menos 300 de ellos se dirigieron a la zona norte de Gaza, duramente afectada.

“Este es un momento de enorme esperanza”, manifestó Tom Fletcher, director de dicha agencia.

Más de 46.000 palestinos han muerto, según el Ministerio de Salud de Gaza, que dice que más de la mitad de las víctimas son mujeres y niños, pero no distingue entre civiles y combatientes.

En el ataque de Hamás contra el sur de Israel murieron más de 1.200 personas, en su mayoría civiles, y unas 250 fueron secuestradas. Más de 100 rehenes fueron liberados durante el alto el fuego de una semana en noviembre de 2023.

Aproximadamente el 90% de la población de Gaza se ha visto desplazada. La reconstrucción —si el alto el fuego alcanza su fase final— se llevará por lo menos varios años. Persisten serias dudas sobre el futuro político y de otro tipo en Gaza.

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