Tokio,-El primer ministro de Japón, Shigeru Ishiba, anunció este domingo que presentará su dimisión, lo que podría abrir un período prolongado de parálisis política en la cuarta economía más grande del mundo.
Crisis política y presión electoral
Desde que asumió el poder hace menos de un año, Ishiba ha enfrentado derrotas consecutivas en las elecciones de ambas cámaras del parlamento. El descontento de los votantes por el aumento del costo de vida debilitó su coalición gobernante, que perdió la mayoría legislativa.
Aunque hasta este domingo había rechazado los llamados a dimitir, tras la última derrota en la cámara alta en julio, Ishiba se concentró en cerrar un acuerdo comercial con Estados Unidos para enfrentar los aranceles impulsados por el expresidente Donald Trump, que golpearon la industria automotriz japonesa.
“Con Japón habiendo firmado el acuerdo comercial y el presidente habiendo firmado el decreto, hemos superado un obstáculo clave”, dijo Ishiba, con la voz entrecortada. “Me gustaría pasar la posta a la próxima generación”.
Impacto económico inmediato
La incertidumbre política provocó la semana pasada una venta masiva del yen y de los bonos del Gobierno, con el rendimiento del bono a 30 años alcanzando un máximo histórico.
Analistas advierten que una nueva contienda por el liderazgo podría agravar la inestabilidad económica, aunque los mercados ponen el foco en la posibilidad de que el sucesor de Ishiba adopte políticas fiscales y monetarias más flexibles.
Posibles sucesores en el PLD
Entre los posibles reemplazos destacan:
- Sanae Takaichi, veterana del PLD, crítica de las subidas de tasas de interés del Banco de Japón y defensora de una política fiscal expansiva.
- Shinjiro Koizumi, ministro de Agricultura, heredero político carismático y con protagonismo creciente por sus intentos de contener la inflación alimentaria.
“Inevitablemente, la renuncia de Ishiba era esperada tras las repetidas derrotas electorales del PLD”, comentó Kazutaka Maeda, economista del Meiji Yasuda Research Institute.
Sin embargo, al no tener mayoría en ninguna de las cámaras, no está garantizado que el próximo presidente del PLD se convierta automáticamente en primer ministro. Algunos analistas plantean la posibilidad de que el nuevo líder convoque elecciones anticipadas para legitimar su mandato.
Último legado de Ishiba
El último acto oficial de Ishiba como primer ministro fue la firma del acuerdo comercial con Estados Unidos la semana pasada, mediante el cual Japón se comprometió a invertir US$ 550.000 millones a cambio de la reducción de aranceles impuesta por la administración Trump.
De acuerdo con un sondeo de la agencia Kyodo, un 55 % de los japoneses rechaza elecciones anticipadas, mientras el país se adentra en una nueva etapa de incertidumbre política.
