• 18 abril, 2024

Japón sigue lucha por evitar catástrofe nuclear

La Oficina de Ayuda Humanitaria de Naciones Unidas (OCHA) informó que cerca de 600.000 han sido evacuadas en los últimos días en Japón, tras el terremoto, el tsunami que le siguió y por la actual amenaza nuclear.

Según los últimos datos, 380.000 personas fueron evacuadas de las zonas afectadas por ambas catástrofes naturales, mientras que 210.000 han sido sacadas del área de 20 kilómetros alrededor de la central nuclear de Fukushima, donde se registró una explosión tras el seísmo.

De un primer reactor nuclear con problemas, la preocupación se ha extendido a un segundo en el que el sistema de enfriamiento de emergencia ha dejado de funcionar.

La Agencia Kyodo reportó este domingo que la radiactividad que emite la central nuclear de Fukushima en el noreste de Japón volvió a rebasar el límite legal a causa de los daños por el devastador terremoto del viernes.

Desde el seísmo y posterior tsunami, las autoridades trabajan contra el reloj para atajar el sobrecalentamiento de varios reactores al fallar el sistema de refrigeración, en medio del temor a que se produzca una fusión del núcleo.
Además, las autoridades niponas han declarado la alerta nuclear en la planta nuclear de Onagawa, unos 150 kilómetros al norte de Fukushima.

Igualmente se ha reportado que una planta nuclear en Tokai, en la provincia de Ibaraki (norte de Tokio), sufrió hoy problemas en su sistema de refrigeración a consecuencia del terremoto del pasado viernes, según informó la agencia local Kyodo.

Se trata de la tercera central japonesa, junto a las de Fukushima y Onagawa, que registra algún tipo de incidente tras el fuerte seísmo del viernes, que alcanzó una magnitud de 9 grados en la escala Richter y devastó con un tsunami la costa nororiental de Japón.

La Oficina de Ayuda Humanitaria de Naciones Unidas (OCHA), con sede en Ginebra, Suiza, ha informado también que varias áreas de la costa afectada por el tsunami «permanecen inaccesibles».

Por el momento, 3.000 víctimas han sido rescatadas, pero se teme particularmente por la mitad de los 10.000 residentes del poblado de Minami-Sanriku-cho (prefectura de Miyagi, en el norte de Japón) que fue arrasado por el tsunami.

La OCHA sostuvo que los esfuerzos de las autoridades japonesas ante la emergencia se intensifican con el apoyo de los equipos de especialistas que siguen llegando desde distintos países, en tanto que sus científicos trabajan a contrarreloj para enfriar los reactores de la planta nuclear de Fukushima.

Al mismo tiempo, el Gobierno ha movilizado a 100.000 miembros de sus tropas de defensa, así como 190 aviones y 45 botes, para colaborar con las operaciones de ayuda, que resultan muy difíciles debido a las continúas réplicas (del terremoto), las alertas de tsunami, así como los incendios.

Según el informe de la OCHA, el Gobierno japonés ha confirmado que 2,6 millones de viviendas carecen de electricidad y 1,4 millones no tienen agua, mientras que se está agotando el gas en 3,2 millones de hogares, una situación que resulta particularmente crítica por las bajas temperaturas en el país (alrededor de 1 grado centígrado la pasada noche).

Por su parte, la gran mayoría de hospitales han llegado al borde de su capacidad de atención a los heridos.

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