
Uno de los casos, ocurre con el actual Jefe de la Policía Nacional, mayor general, Manuel Castro Castillo.
En varios encuentros con representantes de juntas de vecinos, los ha dejado esperando, como si se trataran de insignificantes seres humanos, con los que él no pude juntarse, pues se le pega la peste.
La pasada semana, este jefe policial, puso por espacio de tres horas esperar a representantes de 60 organizaciones de todo Santiago, quienes piden explicación y solución a la ola de criminalidad y delincuencia que azota la provincia y el municipio cabecera. Muchos hasta dejaron de cocinar ese día para poder exponer sus quejas, pero castro castillo jamás apareció.
En la dirección Cibao Central de la Policía, donde tampoco quiso ser abordado por los medios de comunicación, solo se reunió con los oficiales y siquiera se emitió una nota.
No es posible que una institución como la Policía Nacional siga formando agentes y más oficiales, que desconoce la importancia del tiempo de los demás, pues siempre llega dos horas de lo invitado, sino que miente cuando habla y ofrece informaciones fuera de la verdad.
La incompetencia no debería ser tolerada y muchos menos a aquellos que están para servir.
