Johan Santana se pone a prueba

«Lo voy a resumir. El equipo me dijo que en dos días puedo estar listo, así que vamos a ver».

Así declaró Johan Santana a la prensa de Nueva York, en relación a la situación actual de su lesión. El jueves por la noche, en Atlanta, tras cinco entradas de labor en las que solo alojó una rayita y totalizó 65 pitcheos, el Gocho tuvo que abandonar el encuentro por dolores en la zona pectoral.

Pero ayer en Chicago, Santana practicó y lo hizo sin ningún tipo de inconvenientes. «Me sentí muy bien. No hubo problemas para nada», acotó el dos veces ganador del Cy Young. Según el diario NY Times, el entrenamiento duró aproximadamente 10 minutos, bajo la supervisión del coach de pitcheo, Dan Warthen.

«Mientras se esté sintiendo bien, no tendremos inconvenientes», apuntó el técnico, quien informó que Santana estaría realizando una sesión de bullpen el día de hoy.

«Si se siente bien lanzando desde la lomita, debe realizar su próxima apertura».

En teoría, esa presentación será el martes, cuando los Mets visiten a los Nacionales de Washington.

Santana, quien tiene récord de 11 y 9 en la campaña, pero con una sólida efectividad de 2.98, ha tenido un año bastante estable en lo que a lesiones respecta. Si bien el codo, el cual se operó el año pasado, le causó molestias en la primera mitad de temporada, se ha mantenido tan estable en la rotación de los Mets, que es el líder de la Liga Nacional en aperturas con 29, además, se encuentra a una sola entrada de las 200 en el año.

Cabrera se siente raro

El mismo día jueves, Miguel Cabrera sufrió una lesión en el bíceps derecho, tuvo que abandonar el encuentro y tampoco pudo jugar el viernes. Sin embargo, ante la falta de gravedad en sus molestias, anoche podía volver a la acción.

«Después de ese día libre, me siento bastante bien. Voy a jugar el sábado», dijo el primera base de los Tigres de Detroit. «Se siente raro», agregó en relación al hecho de no verse en la alineación el viernes.

Es que lo de Cabrera fue solo un susto, De hecho, hubo rumores que el viernes tomaría un turno de emergente. «No jugó porque cuando un jugador está lastimado, está lastimado», explicó el manager Jim Leyland.

Al margen de ello, ya no hay más preocupación por Cabrera en Detroit.