José Carlos Thompson busca cumplir sueño de jugar en G.L.

VIERA, Florida – Es un pelotero de los más desconocidos que se pueden encontrar en los entrenamientos primaverales, cubano de nacimiento con el apellido Thompson sin estadísticas profesionales. Pocos en la organización sabían algo de él, mucho menos lo habían visto antes de este año.

José Carlos Thompson, un segunda base, se encuentra en los entrenamientos de Grandes Ligas como un joven de 23 años ansioso de arrancar su carrera como profesional, con la esperanza de que el largo viaje a los Estados Unidos tenga como resultado convertirse en el primer jugador cubano en aparecer en un juego para los Astros desde Óscar Zamora en 1978.

El camino para hacer realidad su sueño es largo, pero el muchacho ya dio el primer paso.

«Siempre ha sido mi sueño, y quiero seguir adelante para ver qué pasa», dijo Thompson, quien puede hablar inglés pero se sintió mucho más cómodo tomando la entrevista con la ayuda de un traductor.

Thompson fue firmado en enero proveniente de la Academia Dominicana de los Astros por el asistente del gerente general Félix Francisco, quien se encarga de las operaciones en Latinoamérica, por $250,000. La firma venía con la estipulación de que Thompson recibiría una invitación a los entrenamientos de Grandes Ligas, algo a lo que el gerente general Ed Wade típicamente se rehúsa a hacer con jugadores en su primer año como profesionales.

«Pero con este muchacho no había de otra», dijo Wade. «La verdad es que está haciendo un buen trabajo en los entrenamientos y ha tenido varias oportunidades aquí para exhibirse. En algún momento, lo enviaremos de regreso al campo de entrenamiento de ligas menores para que se foguee junto a un gran grupo de jóvenes infielders».

Poco se sabe sobre el pasado de Thompson; su biografía en la guía de medios de los Astros es escasa. Menciona su única temporada en el béisbol organizado en los Estados Unidos, bateando para .440 en 59 juegos para el Western Oklahoma Junior College, pero el resto luce incierto.

Thompson dice que jugó béisbol toda su adolescencia y eventualmente llegó a Boston a la edad de 20 años cuando su padre, un ex corredor cubano quien ha vivido en los Estados Unidos por 15 años, se convirtió en ciudadano estadounidense. Rápidamente encontró trabajo en una panadería y en un establecimiento de Western Union antes de que su destino cambiara.

«Me estaba aburriendo y decidí ir a las jaulas de bateo y la gente comenzó a verme», cuenta Thompson.

Entre los que se impresionaron con su bateo estuvieron algunos dominicanos, quienes lo exhortaron a viajar a la República Dominicana para exhibirse ante varios clubes de Grandes Ligas que tienen academias en la isla. Thompson pasó algún tiempo en Dominicana, pero decidió ir a la universidad para ser elegible para el Draft.

En su única temporada en el béisbol organizado, el cubano bateó para .440 en 59 juegos, con 10 cuadrangulares, 62 carreras producidas y 10 bases robadas. Regresó a la República Dominicana y comenzó a exhibirse ante varios clubes. Thompson exhibió su juego en la academia de los Astros siete veces antes de llamar la atención del supervisor de buscadores de talento Rafael Belén.

«Lo mantuvimos en la academia por una semana, y tuvimos la oportunidad de verlo competir en contra de oponentes de más nivel», dijo Francisco. «Eso realmente ayuda cuando vas a tomar una decisión acerca de un pelotero mayor de 20 años de quien no sabes nada de su pasado. Lo seguimos por algún tiempo».

Los representantes previos de Thompson originalmente pedían un bono por firmar de $5 millones, según cuenta Francisco, antes de verse forzado a aceptar mucho menos dinero. Francisco y los Astros nunca retrocedieron en su interés.

«No fue una adquisición arriesgada», dijo Francisco, quien el año pasado firmó al jardinero dominicano Ariel Ovando por $2.6 millones, una marca para el club. «Ed Wade es el tipo de jefe que confía en la gente que trabaja para él, y eso es lo que ha hecho para nosotros».

Thompson fue firmado el 24 de enero y ha tenido tiempo limitado de juego en el campo de entrenamiento de Grandes Ligas.

«Félix habló de su velocidad con el bate, y nos hemos percatado de ello», expresó Wade. «Félix lo vio jugando el shortstop y pensó que era más apto para jugar la segunda base. Ha mostrado tener buenas manos y un gran alcance. Nos ha gustado lo que hemos visto hasta ahora, y lo más seguro es que sea enviado a ligas menores, y lo vamos a observar muy de cerca en su desarrollo como profesional».

Thompson todavía tiene contacto con su familia en Cuba, incluso habló con su madre la semana pasada.

«Están ansiosos por verme jugar», dijo. «Todos están contentos porque firmé un contrato con un equipo de Grandes Ligas».

El final de la historia dependerá de Thompson. Debido a su edad, podría jugar su primera temporada de béisbol profesional en Clase-A Lancaster o Doble-A Corpus Christi. Lo único que sabe hasta ahora es que su sueño esta un paso más cerca de cumplirse.