KAYAYO

Por Arcadio Vargas

LA REELECCIÓN PRESIDENCIAL Y EL FUTURO POLÍTICO DE DANILO MEDINA

El futuro político del licenciado Danilo Medina y, por extensión, del danilismo dentro del Partido de la Liberación Dominicana, se ve de un color muy gris, o con pocas luces, y depende en gran medida  del  escenario que se presente con la reelección o no del presidente  Leonel Fernández en la  próxima contienda electoral.

En el escenario supuesto de que el presidente Leonel Fernández decida no presentarse como candidato para continuar en el poder en el período 2012- 2016, el líder de “La Corriente” tiene toda la ventaja de ser el candidato a la nominación presidencial por el el PLD, debido a que es el único aspirante que cuenta con una estructura política dentro del partido de Gobierno.

Esto es, si Leonel no decide enfrentarlo reuniendo a todos sus adeptos y aliados coyunturales, para cerrarle el paso al hombre que una vez fue su socio político dentro del partido oficial, pero que luego lo enfrentó en las primarias de 2008 y se cruzó de brazos en las presidenciales de ese mismo año, a la espera de una supuesta segunda vuelta.

La corriente danilista, junto con otros adversarios internos del presidente Leonel Fernández, apostó también al fracaso de la política de alianza concertada por el mandatario, lo que provocó la derrota del PLD en algunos municipios importantes de ese Partido, en la elecciones congresuales y municipales recién finalizadas, tal es el caso de Santiago de los Caballeros.

En el hipotetico caso en que Leonel decida dejar que Danilo Medina agote su cartucho y le permita ser el candidato del Partido para las elecciones presidenciales del año 2012, la mayoría de los aliados externos del PLD que conforman el Bloque Progresista, y muy especialmente el PRSC, ¿apoyarían al hombre que torpedeó la política de alianza del presidente Fernández?

Los reformistas de Santiago y de otros municipios que perdieron sus plazas electorales por la oposición del danilismo no apoyarán a Danilo Medina bajo ninguna circunstancias, ni mucho menos los partidos aliados que Leonel maneja desde su bolsillo, lo que imposibilitaría que este pudiera conquistar el solio presidencial en las próximas elecciones presidenciales.

Ni qué hablar de la gran masa sin partido que ve en Leonel su líder histórico en sustitución de Bosch, Peña Gómez y Balaguer, y que está atrapada por el ángel, el carisma y el encantamiento que adornan al presidente del Partido y de la República, del que carece el licenciado Danilo Medina; esa masa de votantes no sufragó por él en el 2000, ni mucho menos lo hará en el próximo torneo electoral.

Ni tampoco muchos de los aspirantes a la nominación presidencial a lo interno del PLD fortalecerán el liderazgo de Danilo Medina, por lo que se quedarán de brazos cruzados esperando el desenlace de la contienda electoral para verlo descalificado definitivamente de la contienda política, obligado a servir como un buen ministro que siempre ha sido o, en la peor de las decisiones, formar tienda aparte del PLD hasta desgastarse políticamente o pactar con los adversarios del partido morado.

En el escenario en que el presidende Leonel Fernández decida reelegirse en el cargo, Danilo Medina se suicidaría políticamente si vuelve a enfrentarlo, pero, si en caso contrario decide apoyarlo sin reservas hasta que el mandatario agote sus posibilidades constitucionales (que es cada cuatro años), el líder de “La Corriente” entonces tiene la posibilidad de reivindicarse  ante el PLD y el país.

Esta última es la única puerta abierta que le queda al licenciado Danilo medina para convertirse en la alternativa institucional del PLD que podría llevarlo a la presidencia de la República, lo que debe ser el objetivo final, la razón de ser, la teleología  esencial de toda fuerza política que pretenda existir en cualquier formación social dada.