La conversación, el autismo y la depresión
¿Qué sucede en nuestros cerebros al entablar una conversación? Con una nueva tecnología, científicos buscan entender qué evita que los niños autistas desarrollen destrezas de comunicación.
Como cada pintor de retratos lo sabe, el cambio más mínimo de la forma de una ceja, la curvatura de unos labios o un pliegue en la frente, pueden alterar la expresión de la cara de una persona y afectar cómo otra responde.
La neurocientífica Joy Hirsch, de la Universidad de Yale, dice que los científicos quieren entender los neurocircuitos detrás de la interacción entre individuos.
“La información visual y las expresiones faciales está íntimamente codificadas con los sistemas del cerebro, que codifican los procesos de lenguaje. Esto no había sido apreciado anteriormente”, dijo Hirsch.
Hirsch y sus colegas indagan lo que realmente sucede al entablar una simple conversación, utilizando cascos con sensores que registran la actividad cerebral, al explicar verbalmente, imágenes visuales entre una persona y otra.
En investigaciones similares, científicos, en la Universidad de Princeton, escanean los cerebros de personas mientras cuentan historias de la vida real y luego se retransmiten a otras personas.
“Lo que buscamos es si el cerebro del que escucha se torna similar al del que cuenta, durante la comunicación natural, en la vida real”, explica el neurocientífico Uri Hasson de la Universidad de Princeton.
Los científicos dicen que los hallazgos pueden eventualmente, ayudar a entender los patrones de los neurocircuitos involucrados en la comunicación y cómo son diferentes, en personas con desórdenes como el autismo y la depresión.