La fortaleza del liderazgo dominicano
Por Luís Céspedes Peña
La República Dominicana, que hasta 1996 se mantuvo con un alejamiento sepulcral de las relaciones internacionales, hoy es una de las naciones de América Latina que posee el mayor grado de liderazgo.
Las encomiendas que le asigna el gobierno de Estados Unidos, la Organización de Estados Americanos (OEA), la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y otros organismos internacionales al Presidente Leonel Fernández Reyna, “aparentan” tener un alto grado de satisfacción de las gestiones que éste desarrolla.
Hace poco, los Bancos Interamericano de Desarrollo (BID) y Mundial (BM), destacaron la mejoría que se continúa logrando en los servicios de la administración pública, bajo la dirección del licenciado Ramón Ventura Camejo, quien está desempeñando un rol extraordinario a nivel nacional e internacional.
El país “vio” pasar la gran crisis económica que tambaleó al mundo, incluyendo a la mayor potencia económica y militar: Estados Unidos.
Y si Estados Unidos todavía sufre a causa de la quiebra de millares de establecimientos comerciales, especialmente bancos e industrias, hay que señalar que los europeos continúan cargando el peso de esa “tormenta”, aunque en menor grado.
La economía de la República Dominicana sigue mejorando, según lo establecen los organismos multilaterales, aunque hay que admitir que los altos precios del petróleo son los principales enemigos de los proyectos de desarrollo de los sectores público y privado.
Las inversiones continúan en los diferentes sectores, especialmente en las áreas turísticas, de viviendas e industrias. Hay que reconocer, como lo advirtió el Presidente de la República, que los consumidores están afectados por las alzas en los precios de los productos, alimentados-en gran parte-por la especulación.
Para responder a esa situación, el gobierno debe reactivar, por todo el país, al Instituto Nacional de Estabilización de Precios INESPRE) y hasta ir pensando la posibilidad de crear una especie de Control de Precios, como existe en diferentes Estados de Estados Unidos, que hay un tope en el costo.
El reconocimiento que le están haciendo los organismos internacionales al liderazgo dominicano, para un buen comprendedor, es una identificación con la continuidad en el poder del Presidente Fernández Reyna.
La estabilidad que hay en el país, fruto de una democracia que ya se puede decir es fuerte en lo político, es una garantía a la cual la mayoría de dominicanos difícilmente renuncie.
Los dominicanos sabemos que el candidato presidencial que tenga más votos en las elecciones nacionales cada cuatro años, será el que gobernará el país.
Las elecciones representan la única vía que tiene esta nación democrática para cambiar los gobiernos.
La Constitución de la República dice qué debe hacerse en cada caso, y si los interesados hacen uso de sus articulados, están cumpliendo con su mandato.
¡No hay que preocuparse!
Corresponde a la mayoría de electores decidir quien será el Presidente del 2012: dejar al que está o cambiarlo.
De acuerdo a la llamada Carta Magna, ir o no como candidato presidencial a los comicios venideros, es un asunto personal del gobernante.
¡Su liderazgo es fundamental para lo que pueda ocurrir para los comicios del 2012! Si Fernández Reyna no va, el que represente en las urnas al Partido de la Liberación Dominicana (PLD), tendrá que contar con su total apoyo para poder competir.
¡Pero no olviden darle seguimiento a las señales internacionales!
-Gracias por su lectura.
