• 26 noviembre, 2024

La mayoría de la gente vuelve a ser feliz después de perder su trabajo

la-mayoria-de-la-gente-vuelve-a-ser-feliz-despues-de-perder-su-trabajo.jpgComo millones de trabajadores han descubierto en los últimos años, la pérdida de un trabajo es algo perturbador e inquietante y puede dejar hasta el más fuerte en un mar de lágrimas.

Pero no hay que perder la esperanza. Después de un año, la mayoría de la gente que se ha deprimido por quedarse sin trabajo vuelve a recuperar los niveles de felicidad que tenía anteriormente, según revela un nuevo estudio.

Esto contradice los estudios anteriores que sugieren que la pérdida del empleo es algo tan devastador que la mayoría de las personas nunca vuelve a recuperarse emocionalmente del todo, señaló el autor principal del estudio Isaac Galatzer-Levy, estudiante posdoctoral en psiquiatría de la Facultad de medicina de la Universidad de Nueva York.

«Sabemos que un cierto sector de la población responde mal a los acontecimientos difíciles, ya sea trauma, duelo o pérdida del empleo, pero es menos de lo que pensamos. «La mayoría de las personas se recupera. La mayoría de la gente es fuerte psicológicamente. Si fuéramos una especie que se viene abajo cada vez que le ocurre algo malo, entonces no habríamos llegado tan lejos».

Para el estudio, publicado recientemente en Journal of Neuroscience, Psychology and Economics, los investigadores analizaron los datos de 774 alemanes que perdieron su empleo entre finales de la década de 1980 y 2003. La mayoría se quedó sin trabajo por la crisis económica a finales de los 80, cuando los despidos masivos eran algo común, apuntó Galatzer-Levy. Los datos recogían información sobre los niveles de felicidad de los trabajadores en los años previos al despido y varios años después.

A los participantes se les preguntó, «qué tan satisfechos estaban actualmente con su vida en general?»

Cerca del 69 por ciento de los encuestados dijo que eran menos felices después de perder su empleo, pero que luego de un año, habían recuperado sus antiguos niveles de felicidad.

Para este grupo, la inmersión temporal en la infelicidad comenzó en realidad en los años previos al despido. «Quizá lo vieron venir y esto tuvo un impacto negativo en sus vidas», apuntó Galatzer-Levy.

Cerca del 15 por ciento informó que sus niveles de felicidad estaban mejorando gradualmente antes de perder su trabajo. Luego de perder el empleo, la felicidad se redujo en este grupo pero después aumentó de nuevo y volvió a estar al nivel anterior al desempleo.

Sin embargo, no todo el mundo se recuperaba tan rápido. Cerca del 13 por ciento informó que no era feliz antes de perder su empleo y que siguieron siendo infelices después de quedarse sin trabajo.

«Es un grupo que está deprimido y que no es feliz con su vida», señaló Galatzer-Levy. «También fueron menos propensos a conseguir un trabajo de nuevo».

Otro 4 por ciento parecía estar verdaderamente consternado por la pérdida de su trabajo. Vieron como sus niveles de felicidad se desplomaban tras la pérdida del empleo, y, aunque se recuperaron poco a poco, a los tres años no habían recobrado su antiguo nivel de bienestar.

«También hay un pequeño grupo que lo está pasando realmente mal», apuntó. «Este es el grupo que tira del promedio».

Esto también podría explicar por qué otros estudios han demostrado que las personas que pierden su empleo nunca vuelven a recuperar el nivel de felicidad que tenían antes.

Por supuesto, Alemania a finales de 1980 no es Estados Unidos en la crisis económica actual, apuntó Galatzer, al señalar que no puede decir con seguridad si los hallazgos se podrían aplicar aquí. Aunque sospecha que podría existir un patrón similar.

«Los humanos tanto física como psicológicamente son una especie muy resistente», destacó. «No tiene sentido que el desempleo le afecte tanto que no pueda recuperarse».

Robert Chope, profesor de consejería de la Universidad Estatal de San Francisco y psicólogo del Instituto de Carrera y Desarrollo Personal de San Francisco, calificó los resultados como «interesantes, aunque no necesariamente sorprendentes».

«He trabajado con muchos clientes que se han recuperado muy buen después de un despido o cambio, a menudo radical en su carrera profesional», apuntó Chope.

Sin embargo, el documento no ahonda en la naturaleza del trabajo que la gente tenía antes de perder su empleo, ya que podrían transferir fácilmente su formación y experiencia a un nuevo trabajo o si su conocimiento es obsoleto. Y tampoco analizó si la edad afectaba la rapidez con la que se recuperaban.

«Una persona que pierde su trabajo a los 50, es muy diferente a alguien que lo haga a los 30», señaló Chope.

Artículo por HealthDay, traducido por Hispanicare

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