• 25 abril, 2024

La ‘píldora masculina’ aún está a años de distancia

MP- Desde hace casi medio siglo, las mujeres tienen acceso a las píldoras anticonceptivas. ¿Y los hombres? Aún siguen esperando.

Hasta la fecha, nadie ha dado con un producto equivalente para los hombres, una «píldora» masculina que pudiera bloquear de manera segura o reducir de forma drástica la producción de espermatozoides.

Sin embargo, se están realizando esfuerzos. Los investigadores están explorando productos potenciales a base de hormonas que proporcionan un método anticonceptivo eficaz para los hombres. Aunque llevar el producto al mercado podría ser todo un desafío.

«Se puede demostrar que mediante el uso de productos que ya existen en el mercado se puede lograr el objetivo de la anticoncepción masculina», dijo Diana Blithe, directora del programa de desarrollo de anticonceptivos para el hombre del Instituto Nacional de Salud Infantil y Desarrollo Humano de EE. UU. «Sabemos que es factible. Sea que una compañía lo comercialice o no, no parece ser el caso en estos momentos».

La investigación sobre la píldora anticonceptiva masculina se ha quedado atrás por varias razones, señaló el Dr. John K. Amory, profesor asociado de medicina en la Universidad de Washington en Seattle.

En parte, es una cuestión de la biología. Las diferencias entre el hombre y la mujer han hecho que sea más fácil investigar con éxito la forma de contener la reproducción femenina, apuntó Amory.

«Las mujeres tienen un periodo en su vida cuando no son fértiles, y es cuando están embarazadas», señaló. «Los hombres no tienen un periodo similar en sus vidas».

El sistema reproductivo masculino también es más activo. «Los hombres producen 1,000 espermatozoides por segundo. Las mujeres, en su mayoría, un óvulo al mes», explicó Amory. «Resulta difícil suprimir ese nivel de producción».

Las investigaciones se han centrado en el potencial de la testosterona para frenar la producción de esperma. Los médicos han descubierto que cuando el cuerpo tiene un exceso de testosterona, se detiene la producción de esperma. «La testosterona bloquea las señales del cerebro a los testículos para crear esperma», señaló Amory. El exceso de testosterona suele causar esterilidad en hombres culturistas, apuntó.

Otros estudios han analizado el uso de progestina, una hormona sintética que se utiliza en los anticonceptivos femeninos, dijo Blithe.

«Esta hormona detiene la producción normal de testosterona en el cuerpo», destacó. «Cuando se hace esto, se cierra el sistema en los testículos, pero también en la sangre. Pero si no reemplaza la concentración en la sangre, también se desactivan muchas otras cosas, como la libido, la capacidad para tener una erección y la creación de masa muscular».

Los intentos por crear una píldora oral a base de testosterona para detener la producción de esperma no han tenido éxito porque el cuerpo absorbe la hormona masculina antes de que ésta pueda realizar su trabajo. «El hígado la metaboliza de forma bastante agresiva», señaló Amory.

Sin embargo, los estudios han tenido éxito cuando las hormonas se inyectan o se aplican directamente sobre la piel.

Por ejemplo, investigadores chinos han demostrado que la testosterona inyectable puede ser eficaz en la anticoncepción masculina. Los médicos inyectaron 500 miligramos de undecanoato de testosterona mezclado con aceite de semilla de té (también conocido como aceite de té) en 1,045 hombres chinos fértiles y sanos una vez al mes durante 30 meses.

La anticoncepción resultó efectiva, ya que la tasa de embarazo fue de apenas 1.1 por cada 1,000 hombres en un lapso de dos años. Además, los hombres no informaron sobre ningún efecto secundario grave y volvieron ser fértiles tras suspender las inyecciones. Los hallazgos se publicaron en junio pasado en Journal of Clinical Endocrinology & Metabolism.

Amory forma parte de un equipo de investigación que estudia otro medio de anticoncepción hormonal masculina, un gel que se podría aplicar en la piel. El equipo está reclutando a hombres para el estudio y los resultados podrían estar a más de un año de distancia.

Aunque ambas son vías prometedoras de investigación, Amory advirtió que las personas no deberían poner sus esperanzas en una «píldora» masculina en un futuro próximo.

«Todo el mundo ha estado diciendo ‘dentro de los próximos cinco años’ durante las últimas tres décadas», apuntó.

Artículo por HealthDay, traducido por Hispanicare

Comentarios