La sangre más antigua es igual de buena para las transfusiones
La sangre que ha estado almacenada durante semanas es igual de beneficiosa que la sangre fresca para los pacientes con afecciones potencialmente letales que necesitan transfusiones, muestra un estudio reciente.
«No hubo ninguna diferencia en la mortalidad ni en la disfunción orgánica entre ambos grupos, lo que significa que la sangre fresca no es mejor que la más antigua», señaló en un comunicado de prensa del Instituto de Investigación del Hospital de Ottawa el colíder del estudio, el Dr. Dean Fergusson, un científico principal del instituto y de la Universidad de Ottawa.
Los hallazgos reconfirman la seguridad de la sangre que se administra de forma rutinaria a los pacientes críticamente enfermos, según los investigadores.
El estudio incluyó a más de 2,400 pacientes adultos de cuidados intensivos que recibieron sangre más antigua (almacenada durante un promedio de 22 días) o sangre fresca (almacenada durante un promedio de seis días). Durante 90 días de seguimiento, hubo 398 muertes entre los 1,219 pacientes que recibieron sangre más antigua, y 423 muertes entre los 1,211 pacientes que recibieron la sangre fresca.
El estudio aparece en la edición en línea del 17 de marzo de la revista New England Journal of Medicine.
«Los estudios observacionales y de laboratorio anteriores habían sugerido que la sangre fresca podría ser mejor debido a la descomposición de los glóbulos rojos y a la acumulación de toxinas durante el almacenaje», señaló en el comunicado de prensa el colíder del estudio, el Dr. Alan Tinmouth, médico y científico del instituto de investigación y la Universidad de Ottawa. «Pero este ensayo clínico definitivo muestra con claridad que esos cambios no afectan a la calidad de la sangre».
Según los estándares actuales, la sangre se almacena durante hasta 42 días, pero muchos médicos solicitan sangre fresca porque piensan que es mejor. El estudio muestra que no hay necesidad de preocuparse sobre la seguridad de la sangre más antigua, señalaron los investigadores.
Ahora, examinan el uso de la sangre fresca y la más antigua en los niños.
Artículo por HealthDay, traducido por Hispanicare.