Stellantis anunció el martes un llamado a revisión global de 375.000 SUV Jeep Wrangler 4xe y Grand Cherokee 4xe híbridos enchufables, debido a fallas detectadas en las baterías que podrían provocar incendios. La compañía instó a los propietarios a estacionar los vehículos al aire libre y evitar cargarlos hasta que se implemente una solución definitiva.
El retiro abarca ciertos modelos Jeep Wrangler 4xe fabricados entre 2020 y 2025 y Jeep Grand Cherokee 4xe producidos de 2022 a 2026, según informó el fabricante automotriz.
Stellantis comunicó que la reparación está próxima a ser lanzada, pero mientras tanto los propietarios deben tomar precauciones para reducir el riesgo de incendios, especialmente al cargar los vehículos o estacionarlos cerca de estructuras.
19 incendios y una lesión reportada
De acuerdo con documentos enviados a la Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en las Carreteras (NHTSA), Stellantis ha registrado 19 incidentes de incendio relacionados con el defecto, además de una lesión. Alrededor de 320.000 unidades afectadas se encuentran en Estados Unidos.
Las baterías involucradas fueron fabricadas por Samsung SDI, empresa que ya había participado en una investigación conjunta con Stellantis tras un incendio similar reportado a inicios de 2025. Dicho estudio confirmó que el problema es idéntico al detectado en un retiro previo de 2024, que afectó a 154.000 Jeep híbridos enchufables.
Vehículos previamente reparados también deberán ser revisados
La NHTSA advirtió que los vehículos que fueron reparados durante los llamados a revisión de 2023 y 2024 deberán recibir nuevamente atención técnica, ya que el defecto podría persistir.
Samsung SDI, por su parte, no respondió de inmediato a las solicitudes de comentarios, aunque señaló en informes anteriores que la causa raíz más probable sería daños en el separador de las celdas, combinados con interacciones internas complejas dentro de la batería.
Además, Stellantis recordó que en octubre de 2024 también realizó un retiro de más de 298.000 vehículos en EE. UU. por un riesgo de desplazamiento involuntario, lo que refuerza la necesidad de monitorear con atención la seguridad de los modelos eléctricos e híbridos de la marca.
