Los abortos espontáneos podrían elevar el riesgo de ataque cardiaco
Medlline Plus- Un estudio halla que las mujeres que sufren abortos espontáneos recurrentes tienen un mayor riesgo de ataque cardiaco posteriormente en la vida.
Los investigadores analizaron los datos de más de 11,500 mujeres que estuvieron embarazadas al menos una vez y encontraron que el 25 por ciento había experimentado al menos un aborto espontáneo detectable, el 18 por ciento había tenido al menos un aborto y el dos por ciento había tenido un mortinato.
Durante el periodo de seguimiento de casi diez años, 82 mujeres tuvieron un ataque cardiaco y 112 un accidente cerebrovascular. No hubo una relación significativa entre cualquier tipo de pérdida del embarazo y el accidente cerebrovascular, señalaron los investigadores.
Cada aborto espontáneo elevó el riesgo cardiaco en 40 por ciento, y tener más de dos abortos espontáneos aumentó el riesgo en más de cuatro veces. Las mujeres que tenían más de tres abortos espontáneos tenían un riesgo cinco veces mayor.
El estudio, publicado en línea el 1 de diciembre en Heart, también encontró que tener al menos un mortinato aumentaba el riesgo de ataque cardiaco en 3.5 veces.
El grado de riesgo asociado con abortos espontáneos recurrentes se redujo cuando los investigadores tomaron en cuenta factores importantes de ataque cardiaco, tales como fumar, el peso y el consumo de alcohol, pero el riesgo seguía siendo cinco veces mayor de lo normal.
«Estos resultados sugieren que las mujeres que tienen pérdidas espontáneas del embarazo están en mayor riesgo [de ataque cardiaco] posteriormente en la vida», escribieron los investigadores en un comunicado de prensa del editor.
«Los abortos espontáneos y los mortinatos recurrentes son fuertes predictores de género [del riesgo de ataque cardiaco] y por tanto se deben tomar en cuenta como indicadores importantes para monitorizar los factores de riesgo cardiovasculares y tomar medidas preventivas», señalaron.
La Dra. Suzanne Steinbaum, directora del área de mujer y enfermedad cardiaca del Hospital Lenox Hill de la ciudad de Nueva York y vocera de la American Heart Association, respalda la conclusión y recomienda evaluaciones de riesgo específicas de género.
«Cuando evaluamos el riesgo de una mujer para la enfermedad cardiaca, sus riesgos no pueden definirse igual que los de un hombre», apuntó Steinbaum, que no participó en el estudio.
«El análisis convencional de factores de riesgo subestima tradicionalmente el potencial de una mujer para desarrollar una enfermedad cardiaca», señaló. «Los datos observados en este ensayo demuestran que el historial obstétrico de una mujer, incluidos los abortos espontáneos y mortinatos, se deben tomar en cuenta en el análisis de riesgo para determinar el riesgo individual de cada mujer para la enfermedad cardiaca».
Tanto como uno de cada cinco embarazos acaba en un aborto espontáneo, señaló Steinbaum.
Steinbaum destacó que muchas mujeres del estudio que tuvieron un mortinato solían ser menos activas físicamente y tener mayores tasas de diabetes e hipertensión, lo que se relaciona con el riesgo de enfermedad cardiaca. Las que tenían abortos espontáneos eran más de tres veces propensas a tener un exceso de peso, otro factor de riesgo.