Los trastornos de salud mental podrían acortar la vida
Las personas con afecciones de salud mental, como depresión, ansiedad crónica y esquizofrenia, tienden a morir más jóvenes que sus iguales sin trastornos psiquiátricos, señala una nueva revisión de las investigaciones.
De hecho, los investigadores estimaron que los trastornos de salud mental típicamente les roban a las personas casi una década de vida, y explican cada año ocho millones de muertes en todo el mundo.
Los hallazgos, que aparecen en la edición en línea del 11 de febrero de la revista JAMA Psychiatry, provienen de un análisis de más de 200 estudios internacionales que abarcaron varias décadas. Los investigadores dijeron que los estudios ayudan a poner en perspectiva la carga global que representan los trastornos de salud mental.
Aunque el estudio encontró una asociación entre las afecciones de salud mental y una muerte más temprana, no se diseñó para probar que los trastornos fueran una causa directa de las muertes precoces.
Cuando las personas piensan sobre las vidas que se pierden por la enfermedad mental, quizá se enfoquen automáticamente en una causa de muerte, el suicidio, comentó el Dr. Mark Olfson, profesor de psiquiatría clínica del Centro Médico de la Universidad de Columbia, en la ciudad de Nueva York.
«Pero estudios como este amplían nuestra perspectiva», dijo Olfson, que no participó en la investigación. «El riesgo incluye muertes por causas naturales, y observamos una mortalidad más alta en toda una variedad de trastornos de salud mental».
La esquizofrenia y otros tipos de psicosis, que están entre las formas más graves de enfermedad mental, conllevaban las tasas más altas de mortalidad en todos los estudios. Pero, anotó Olfson, las afecciones como la depresión mayor y los trastornos de ansiedad son mucho más comunes, y también parecían recortar las vidas de las personas.
En general, el análisis encontró que las personas con afecciones de salud mental tenían más del doble de probabilidades de morir en aproximadamente diez años que las personas sin esos trastornos.
El riesgo de muerte por «causas no naturales», como el suicidio y los accidentes, fue siete veces mayor. Pero sus probabilidades de morir por afecciones de la salud física también se elevaron, en un promedio de un 80 por ciento, según el estudio.
«Las personas con trastornos de la salud mental tienen una prevalencia alta de afecciones médicas crónicas», apuntó la líder del estudio, Elizabeth Walker, investigadora de la Facultad de Salud Pública Rollins de la Universidad de Emory, en Atlanta.
Algo que empeora las cosas, apuntó, es que con frecuencia tienen dificultades para gestionar esas afecciones, ya sea debido a una dieta mala, a la falta de ejercicio, a inconvenientes para tomar los medicamentos, o a problemas para obtener la atención que necesitan.
Olfson se mostró de acuerdo, y anotó que los problemas de salud física como la obesidad y la diabetes tipo 2, que son comunes entre los estadounidenses en general, son particularmente comunes entre las personas con trastornos psiquiátricos. Y ambos aumentan el riesgo de enfermedad cardiaca y otros males.
«Hace algo de tiempo que sabemos que la depresión, por ejemplo, interfiere con que las personas cumplan con el tratamiento para afecciones crónicas de salud, como la diabetes», comentó Olfson.
Pero la situación no parece estar mejorando. El equipo de Walker halló que la «laguna» en la mortalidad entre las personas con y sin trastornos mentales ha crecido con el tiempo, haciéndose más profunda en los estudios realizados desde los años 90, frente a los realizados antes de los 70.
En parte esto podría deberse a unos hábitos de estilo de vida más saludables en la población general, según Olfson. Por ejemplo, el tabaquismo ha declinado en general, pero sigue siendo prevalente entre las personas con afecciones de salud mental, anotó.
Cualquiera que sea el motivo específico, Walker dijo que parece que las personas con afecciones psiquiátricas no están experimentando las mismas mejoras en la salud física que la población general.
«Esto no tiene una solución simple», dijo. «Conllevará múltiples métodos».
Un método es asegurarse de que las personas con trastornos psiquiátricos tengan acceso a todos los tipos de atención sanitaria que necesitan, según Walker. Anotó que los estadounidenses con problemas de salud mental también tienen unas tasas más altas que el promedio de pobreza y desempleo, y que podrían carecer del «respaldo social» (familiares y amigos) que pueda ayudarles a gestionar las enfermedades crónicas.
Tanto Walker como Olfson también señalaron la necesidad de una mayor «atención integrada», lo que en esencia significa una mejor coordinación entre los distintos profesionales responsables de la salud mental y física de un paciente.
En cuanto a las familias de las personas con trastornos mentales, Olfson dijo que deben tener en cuenta el precio físico potencial, y hacer lo que puedan por respaldar un estilo de vida saludable.
Artículo por HealthDay, traducido por Hispanicare.