
Otra de las consecuencias de los cambios de hábitos es que «el exceso de higiene ambiental ha hecho que aumente la incidencia de alergias, hasta un 20 por ciento en Canarias frente al 15 por ciento de la Península», indicó Borges. Ello da lugar a ‘frotadores crónicos’, lo que puede generar otra patología ocular, el queratocono, una malformación producida por la constante presión en el ojo.
La oftalmóloga de la Clínica Eurocanarias advirtió de que «la higiene en exceso o mantener a los niños en burbujas irracionales no permite que se inmunice» e insistió en que «el contacto con el entorno y la naturaleza es necesario».
