• 25 abril, 2024

Lula lleva la lucha por salvar su imagen a las calles de Brasil

Lula lleva la lucha por salvar su imagen a las calles de BrasilSao Paulo, (ANDINA),- El expresidente Luiz Inácio ´Lula´ da Silva, ícono de la izquierda brasileña, pidió a sus partidarios que lo respalden tras un polémico incidente en que fue llevado por la fuerza para que declare por el denominado ´megafraude´ a Petrobras.

La actuación de la justicia y de las fuerzas de seguridad con el exmandatario recalentaron la crisis política que vive desde hace un año el mayor país de América Latina, hundido en una recesión económica y sacudido por una trama de multimillonarios sobornos en la petrolera estatal.
El sábado, simpatizantes de Lula da Silva se agolparon frente a su vivienda en Sao Paulo y hasta la propia presidenta Dilma Rousseff viajó desde Brasilia para apoyarlo personalmente.
La fotografía de Rousseff junto a Lula saludando desde un balcón contrastó con las celebraciones del viernes, en las que algunos brasileños convocaron por las redes sociales a celebrar la acción policial que obligó al expresidente a dar explicaciones por el escándalo de corrupción que le costó más de 2.000 millones de dólares a Petrobras.
Y es también un retrato del momento político que vive Brasil, en el que Rousseff enfrenta dos procesos que podrían terminar anticipadamente su mandato, impulsados por una oposición en guerra abierta contra su gobierno.
Fiscales brasileños sospechan que Lula aceptó millonarios favores de constructoras acusadas de desfalcar a Petrobras, en una causa que investiga el armado de un sistema político-empresarial de sobornos y fraudes destinado a financiar fuerzas aliadas al gobierno y a enriquecer a los involucrados, según la describe la fiscalía.
Esa escandalosa trama llevó a la policía a golpear las puertas de la casa de Lula, en una gran operación que incluyó efectivos armados y cortes de calles.
El carismático expresidente, que a sus 70 años podría postularse por el gobernante Partido de los Trabajadores (PT) en las elecciones de 2018, se declaró ultrajado, y en inflamados discursos aseguró el viernes: «si me quieren derrotar me tendrán que enfrentar en las calles de este país».
«Estoy dispuesto a viajar por todo el país. Si alguien piensa que me va a callar con persecuciones y denuncias, yo sobreviví al hambre, y quien sobrevive al hambre no desiste nunca», dijo Lula, que de niño fue lustrabotas y luego tornero mecánico y sindicalista.
Una manifestación en su favor fue convocada para el martes, mientras que la oposición hará una protesta el 13 de marzo para pedir la salida de Rousseff.
La situación de Lula, una de las figuras políticas más importantes de América Latina en las últimas décadas, llevó a la izquierdista regional a solidarizarse, como fue el caso del presidente de Bolivia, Evo Morales, y de Venezuela, Nicolás Maduro.
El sábado se sumó el mandatario de Ecuador, Rafael Correa: «Estoy seguro que no tiene nada que ver en los escándalos de los que se los acusa, pero si quieren investigar que lo hagan con el debido proceso. Pero se ha querido humillar», dijo en su programa de radio y televisión.

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