Este viernes, Macron se reúne en el Palacio del Elíseo con representantes de los principales partidos políticos —a excepción de Francia Insumisa y Agrupación Nacional— con el objetivo de alcanzar un consenso que permita poner fin a la crisis política que sacude al país.
Según el diario Le Parisien, el mandatario evalúa incluso reelegir a Lecornu como primer ministro si no se logra un acuerdo, pero estaría dispuesto a recurrir a una nueva disolución del Parlamento en caso de desacuerdo. “Si eso no funciona, se disolverá. Porque no tiene un plan B”, aseguró una fuente cercana al jefe de Estado.
La noche del jueves, Macron y su círculo más próximo discutieron la composición de un nuevo gobierno, que estaría conformado por una mitad de figuras de la sociedad civil y otra mitad de representantes políticos, con “bastantes caras nuevas”, según la publicación.
Lecornu, quien renunció tras 27 días en el cargo y pocas horas después de designar su gabinete, aceptó a petición de Macron permanecer en funciones hasta el miércoles para tratar de restablecer la estabilidad institucional. Posteriormente afirmó que las fuerzas políticas desean aprobar el presupuesto antes del 31 de diciembre para evitar “la perspectiva de disolución”.
Tras su dimisión, diputados y líderes de varios partidos han redoblado las exigencias de renuncia del presidente Macron y reclaman la convocatoria de elecciones parlamentarias anticipadas, al considerar que es la única salida posible a la actual crisis política francesa.