• 19 abril, 2024

“Me rompieron las costillas y me esposaron en la ambulancia” denuncia dominicano golpeado por policías en Nueva Jersey

Miguel Cruz Tejada

NUEVA YORK,-El dominicano Miguel Feliz, de 28 años de edad y residente en West New York (Nueva Jersey), quien sobrevivió milagrosamente a las llamas que lo envolvieron cuando su carro fue chocado por un fugitivo y a una brutal paliza de una jauría de policías en Jersey City, denunció que los agentes que lo golpearon, le rompieron las costillas y lo esposaron aún estando en la ambulancia.

“Me puse contento, porque creía que me iban a ayudar”, dijo Feliz en su primera aparición en un noticiero de televisión, después de salir del hospital, donde estuvo semanas en coma con quemaduras en un 30% en todo su cuerpo y tuvo que ser operado varias veces.
Mostrando los visibles rastros de la candela que abrazó su cuerpo, durante el incidente, en el que logró salir dando vueltas de su vehículo para salvarse, Feliz, sigue el proceso de recuperación en su casa.
Cuatro policías de Jersey City son investigados por el FBI en relación al caso, pero ninguno de ellos ha sido acusado todavía, aunque el alcalde Steven Fulop y el director de Seguridad Pública los suspendieron sin derecho a sueldos, pero luego se retiró la sanción a sugerencia de la policía federal y la fiscalía del condado Hudson.
Feliz dice que las pesadillas lo persiguen todas las noches y que se despierta viendo candela y como sintiendo que todavía lo están pateando.
El estrés postraumático también lo hace presa.
El incidente fue registrado el domingo 4 de junio en la carretera, escena del choque, cuando el dominicano regresaba del trabajo a su casa.
Agradeció al hombre que grabó el video haber dado a conocer la situación.
Él no tiene seguro de salud y la familia abrió una colecta en la plataforma GoFundMe para pagar los gastos médicos que se traducen en millares de dólares.
La colisión se produjo cuando Leo Pikinston, huía de patrulleros policías que lo perseguían por una violación de tránsito y le disparaban ráfagas en la ruta, hasta que se estrelló contra un poste, dándole al vehículo que manejaba Feliz. Ambos carros se prendieron en llamas.
“Estaba quemándome, sentía mucho dolor, no me podía quitar el cinturón de seguridad, me quedé normalmente, cerré los ojos y vi a mi familia, a mi hijo. Fue cuando logré desabrocharme el cinturón, brinqué por la ventana del carro y pude salir”, relata Feliz.
Dijo que cuando vio que los policías estaban llegando, se alegró porque pensó que lo iban ayudar, pero los agentes le cayeron encima como los “pavos”, y le dieron golpes y patadas a diestra y siniestra para luego arrastrarlo como una bolsa de basura hacia la ambulancia, donde le pusieron las esposas, mientras él casi agonizaba, con la muerte muy cerca.
Dijo que se está recuperando y que con el tiempo rebasará la situación y se restablecerá para volver a su vida normal.
Feliz rechazó el alegato del sindicato de policías de que los agentes que lo golpearon, estaban ayudándolo y dijo que no odia a Pinkins por haber chocado su carro y originar el incidente.

Comentarios