Arnaiz expuso que este examen de nuestras acciones es necesario para que no repitamos errores y al revés contribuyamos con lo menor de cada uno de nosotros a una patria mejor, a un mundo mejor.
Refirió que San Ignacio de Loyola daba mucha importancia al examen de conciencia, “porque uno sin querer la va debilitando, la va atrofiando y la va oscureciendo”.
Monseñor Arnaiz expresó que nadie es malo voluntariamente, pero que el humano es débil, por lo que recomienda a la población, sobre todo a los cristianos, pedir el auxilio divino en la meditación y el examen de conciencia para que seamos más coherentes en el mundo
