• 26 abril, 2024

Muere migrante hondureño en caravana que intentaba ingresar a México

Voz de América – Redacción,- Varios miles de migrantes centroamericanos continúan su recorrido por el sur de México mientras las autoridades mexicanas y guatemaltecas buscaban esclarecer la muerte de un migrante el domingo en la frontera entre ambas naciones.

Parte de la caravana de migrantes descansaba y se reorganizaba en Tepanatepec, en el estado de Oaxaca.

Pese a las repetidas advertencias de EE.UU., -que además de la fuerte retórica contra los caravanistas aprobó el despliegue de tropas en la frontera sur de México-, otro grupo de varios cientos más derribaron las vallas fronterizas en el poblado guatemalteco de Tecún Umán.

El nuevo grupo de migrantes se presentan como una segunda caravana y se reunieron en el puente internacional sobre el río Suchiate.

Los bomberos guatemaltecos confirmaron que Henry Adalid Díaz Reyes, un migrante hondureño de 26 años, falleció por una herida de bala de goma en la cabeza.

«El migrante fue atendido por bomberos, pero la herida era muy grande”, indicó César Quiñonez, bombero en Tecún Umán.

No es el único muerto. El joven hondureño, Melvin Josué, perdió la vida la pasada semana en México al caerse de un camión que lo transportaba junto con decenas de migrantes. De acuerdo con algunas autoridades, de la misma manera murió antes otro migrante en Guatemala.

El secretario de Gobernación de México, Alfonso Navarrete Prida, dijo en conferencia de prensa el domingo por la noche que la policía federal mexicana y los agentes de inmigración fueron agredidos con piedras y botellas de vidrio cuando los migrantes derribaron una puerta del lado mexicano de la frontera.

Todo esto sin que ninguno de los agentes mexicanos estuvieran armados con pistolas, ni siquiera un arma que disparara balas de goma, informó Navarrete Prida.

«En México no se criminaliza la inmigración no documentada», afirmó el funcionario, quien aseguró que algunos de los atacantes también portaban armas de fuego y bombas incendiarias.

Un helicóptero militar mexicano sobrevoló durante más de una hora el puente donde se encontraban los migrantes. Varios medios locales reportaron que desde éste se esparcía gas pimienta contra los migrantes. Navarrete no se pronunció sobre la acción de la aeronave.

El Ministerio de Gobernación de Guatemala emitió un boletín de prensa en que condenó que los migrantes «hayan decidido irrumpir de forma violenta destruyendo la propiedad del Estado de forma vandálica, hiriendo a varios agentes de la Policía Nacional Civil». Las autoridades no se pronunciaron sobre el fallecimiento del migrante, ni sobre los responsables de su muerte.

La primera caravana, que llegó a tener más de 7.000 integrantes y se redujo a unos 4.000, descansó a la sombra de toldos colgados en la plaza del pueblo o recogieron basura en Tepanatepec, comunidad de cerca de 7.500 habitantes. Otros se fueron a refrescar al cercano río Novillero.

El grupo planeaba partir el lunes en la madrugada rumbo a Niltepec, a 54 kilómetros (33 millas) al noroeste en Oaxaca.

La caravana todavía debe recorrer 1.600 kilómetros (1.000 millas) hasta llegar al cruce fronterizo más próximo en McAllen, Texas. El viaje podría ser el doble de largo si los migrantes deciden irse al cruce Tijuana-San Diego como hizo una caravana similar a principios de año. Apenas unos 200 de ese grupo más pequeño llegaron a la frontera.

La mayor parte de los migrantes en la caravana parecen decididos a llegar a EE.UU., a pesar de que México les ofreció refugio.

Mientras avanzan, se han registrado momentos de tensión a causa de la larga caminata en medio del calor y la escasez de alimentos y provisiones. La situacuón emeporó el sábado, cuando se produjo una disputa y golpiza en una fila de comida, según reportó AP.

Muchos en la caravana llevan más de dos semanas caminando desde que el grupo se formó en la ciudad de San Pedro Sula, Honduras. En el grupo hay mujeres y niños.

El presidente mexicano Enrique Peña Nieto lanzó un programa el pasado viernes llamado «Esta es tu casa”, que ofrece albergue, atención médica, acceso a escuelas y empleos para los centroamericanos que accedan a quedarse en los estados sureños de Chiapas o Oaxaca, lejos de la frontera con EE.UU.

Las autoridades dijeron que han emitido números temporales de identidad a más de 300 migrantes, lo cual les permitirá quedarse y trabajar en México. Entre los que se unieron al programa hay mujeres embarazadas, niños y adultos mayores, y ahora están siendo atendidos en albergues.

Un total de 1.895 centroamericanos solicitaron refugio en México, según cifras oficiales.

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