• 27 noviembre, 2024

Niños + deportes = riesgo de conmoción cerebral

Medline Plus- Su hijo sufre un duro golpe durante un partido de fútbol americano. O una mala caída debido a un fallo mientras hacía de animadora.

El jovencito se levanta, pero tropieza un poco y parece estar sólo vagamente consciente de lo que le rodea. Un compañero preocupado trata de hablar con él, pero usted nota desde la barrera que su hijo tiene dificultades para comprender lo que se le dice y parece torpe, aturdido y confuso.

Lo más probable es que el niño sufriera una conmoción cerebral. Y si los padres y entrenadores no saben cómo reconocer las señales y buscar un tratamiento rápido, el niño podría estar en alto riesgo de sufrir una lesión cerebral grave, con consecuencias de por vida.

«Si una conmoción cerebral no se diagnostica, puede aumentar el riesgo de una nueva lesión», explicó el Dr. Paul Gubanich, especialista pediátrico en el Centro de Salud Deportiva y el departamento de cirugía ortopédica de la Clínica Cleveland. «Sabemos que las lesiones repetidas en la cabeza pueden conducir a cambios crónicos en el cerebro. Los atletas que vuelven a jugar antes de recuperarse totalmente corren el riesgo de experimentar un agravamiento de los síntomas y de sufrir lesiones más prolongadas».

Una conmoción cerebral tiene lugar cuando el cerebro se agita dentro del cráneo debido a un golpe en la cabeza El cerebro está protegido contra traumas menores en la cabeza, por ejemplo un ligero golpe en la cabeza, por el líquido cefalorraquídeo que lo rodea en el interior del cráneo. Pero un fuerte impacto puede hacer, de hecho, que el cerebro colisione contra el hueso del cráneo, causando un hematoma en el cerebro, rotura de los vasos sanguíneos y daños en los nervios.

Debido a que el cerebro de los niños y adolescentes aún está en desarrollo, éstos son más propensos a tener conmociones cerebrales que los adultos, de acuerdo con los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EE. UU. También tardan más tiempo en recuperarse.

Se calcula que cada año, las salas de emergencia de Estados Unidos tratan a 135,000 niños y adolescentes de 5 a 18 años por lesiones cerebrales traumáticas relacionadas con los deportes y las actividades recreativas. Las conmociones cerebrales causan la gran mayoría de esas lesiones.

Pero no crea que esas conmociones cerebrales se deban todas a deportes de contacto. Las lesiones en el fútbol americano y el fútbol son comunes, pero otras actividades asociadas con lesiones cerebrales traumáticas incluyen el ciclismo y las actividades en el área de juegos, informan los CDC.

Incluso la animación, que hace mayor énfasis en maniobras difíciles, se ha convertido en una causa creciente de conmociones cerebrales. «He visto que muchos sufren una conmoción cerebral porque alguien no los agarra durante una acrobacia o debido a un paso en falso cuando hacen una maniobra acrobática», dijo el Dr. Robert Agee Jr., médico especialista en medicina deportiva de Lemak Sports Medicine & Orthopedics en Birmingham, Alabama, y vocero del Centro Nacional para la Seguridad en los Deportes.

Las conmociones cerebrales son difíciles de detectar. No hay signos externos de la conmoción cerebral y los síntomas, que a veces aparecen de inmediato, también se pueden retrasar durante días después de la lesión. Incluso los médicos luchan por detectar las conmociones cerebrales debido a que los escáneres cerebrales normales, como las imágenes por resonancia magnética y tomografías computarizadas, no pueden identificarlos con ningún grado de certeza, señaló Agee.

«No se puede ver una conmoción cerebral. No se puede sentir», explicó Agee. «Sólo se sabe por los síntomas y por la forma en que el cerebro de la persona procesa la información».

Después de que un niño sufre un golpe fuerte en la cabeza durante una práctica deportiva o un juego, los padres deben estar atentos a los síntomas de conmoción cerebral. Por ejemplo, una conmoción cerebral puede tener lugar si un niño:

  • Parece que está aturdido o atolondrado
  • Se mueve con torpeza y tiene problemas para mantener el equilibrio
  • Responde a las preguntas con lentitud
  • Pierde el conocimiento, incluso por un momento
  • Parece confundido sobre el lugar donde se encuentra o lo que está haciendo
  • Tiene dificultad para recordar cosas que ocurrieron antes o después del golpe.
  • Se comporta de manera extraña o atípica
  • Se queja de un dolor de cabeza
  • Tiene náuseas o vómitos
  • Tiene sensibilidad al ruido o la luz
  • Informa sobre visión borrosa o doble

Cualquiera de estos síntomas debe causar preocupación, señalan los expertos, y llevar a los padres y entrenadores a buscar atención médica de inmediato para el niño.

Un niño diagnosticado con una conmoción cerebral necesita mantenerse alejado de los deportes durante el tiempo que necesite el cerebro para sanar. Una investigación encontró que el cerebro que se recupera de una conmoción cerebral es susceptible de experimentar una mayor lesión si se produce una segunda lesión en la cabeza.

«El cerebro ya está afectado por el primer golpe», apuntó Agee. «Su cerebro ya es vulnerable, así que es susceptible a tener conmociones cerebrales de nuevo con un trauma muy mínimo si vuelve al terreno de juego demasiado pronto».

Los cerebros que sufren conmociones cerebrales repetidas tienen un riesgo mayor de pérdida de memoria, problemas cognitivos, dolores de cabeza crónicos, epilepsia y, finalmente, enfermedad de Alzheimer, señalaron tanto Gubanich como Agee.

Para ayudar a proteger a los niños, asegúrese de que usan el equipo de seguridad adecuado para cualquier deporte que estén jugando. Si necesitan un casco, asegúrese de que les quede bien y que los utilizan de acuerdo con las indicaciones. Por ejemplo, si incluye una correa de barbilla, ésta se debe usar.

El entrenamiento también desempeña un papel en la seguridad para evitar conmociones cerebrales. Los expertos en salud están de acuerdo en que los niños deben aprender con un entrenador que se centra en los aspectos fundamentales del juego. Tal como señaló Agee, los niños que conocen las posturas y movimientos adecuados para su deporte tienen menos probabilidades de sufrir lesiones durante el juego.

Artículo por HealthDay, traducido por Hispanicare

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