No descarta huelga general por alza salarial

Por Eugenio Suárez

El presidente del Consejo Nacional de Unidad Sindical no descartó que en el país se convoque a una huelga general para reclamar un aumento salarial.

Rafael-Pepe-Abreu advirtió que si se produce este tipo de protesta la responsabilidad recaerá sobre los empresarios que se resisten al incremento en los sueldos a los empleados y trabajadores.

Indicó que el tema salarial ha desbordado del ámbito sindical y ha ido calando en la población y prueba de ello es que se ha convertido en una de las demandas de los grupos populares que realizan protestas en demanda del 4% para educación y otras exigencias.

Agrega que pueda darse el caso de que estos grupos, los sindicatos y otros sectores confluyan en un gran movimiento que pueda llegar al extremo de la huelga general, en apoyo a la demanda de aumento general de salarios.

El presidente del Consejo Nacional de Unidad Sindical señaló que si esto se produce no faltarán voces que calificarán el movimiento de político.

Considera que la negativa que tiene el empresariado a buscar una salida consensuada al tema salarial es el origen del recrudecimiento de las acciones de reclamo del incremento salarial.

Refirió que en el 2002 hubo un acuerdo que permitió un reajuste en los sueldos hasta 20 mil pesos, por lo que no comprende que ahora el sector empleador esté cerrado a la demanda de un incremento salarial hasta los empleados y trabajadores que ganan 50 mil pesos.

A su juicio cuando solo se aumenta el sueldo mínimo se discrimina a la mano de obra más calificada, como los técnicos, los profesionales y los operarios de más tiempo.

El líder sindical objetó la posición de algunos patronos de que después del aumento del mínimo se reajustarán los salarios que siguen, lo que además de excluyente nunca se cumple.

Insistió en que el aumento general de salarios se ha convertido en un clamor popular, ya que es un imperativo para mejorar las condiciones de vida y de trabajo de los obreros, empleados y sus familiares.

Pepe Abreu tiene el criterio de que si persiste la  terquedad del empresariado, la demanda de aumento general de salarios puede llegar hasta la convocatoria de una huelga general,  cosa que el sector laboral y la población no quieren que se produzca.