“No hay cabida para el fracaso”, afirma jefe de fuerza multinacional encabezada por Kenia en Haití
PUERTO PRÍNCIPE, (VOA),-El jefe de la fuerza policial multinacional encabezada por Kenia, encargada de frenar la violencia de las pandillas en Haití, dijo que “no hay cabida para el fracaso” y que la misión policial respaldada por Naciones Unidas estaba comprometida a garantizar elecciones democráticas en la nación caribeña.
La intervención, televisada en el país, ofreció las primeras declaraciones públicas del contingente keniata, aunque no se aceptaron preguntas de los medios.
La sesión informativa transmitida a nivel nacional fue el primer comentario público de las fuerzas kenianas que llegaron a Haitía finales del mes pasado, meses después que poderosas pandillas tomaron el control de la mayoría de la capital, Puerto Príncipe, y causaron la dimisión del primer ministro.
“Tenemos un trabajo que estamos comprometidos a realizar”, dijo el policía keniano Godfrey Otunge. “Tenemos la intención de lograrlo trabajando conjuntamente con las autoridades haitianas y socios locales e internacionales dedicados a un nuevo Haití”.
La misión policial respaldada por Naciones Unidas, a la que Estados Unidos ha prometido destinar más de 300 millones de dólares, ha sido cuestionada desde el principio. En Kenia, la policía lleva mucho tiempo siendo acusada por observadores y testigos de violar los derechos humanos, incluso en protestas recientes.
El nuevo primer ministro haitiano, Garry Conille, ha calificado la historia de intervención extranjera en su país como una “mezcla” que ha incluido violaciones de los derechos humanos y una “falta de respeto por la soberanía y la cultura local”.
Haití solicitó una fuerza internacional para combatir a las pandillas en 2022, y el secretario general de la ONU, António Guterres, pidió durante meses que un país liderara la fuerza antes que los kenianos alzaran la mano.
Las pandillas han ganado fuerza desde el asesinato del presidente Jovenel Moïse el 7 de julio de 2021 y ahora se estima que controlan hasta el 80 % de la capital. El aumento de los asesinatos, las violaciones y los secuestros ha provocado un levantamiento violento de grupos civiles de vigilancia.

