Nueva técnica extiende conservación del hígado para trasplante
Una nueva técnica de conservación aumenta dramáticamente la cantidad de tiempo que los órganos pueden permanecer viables afuera del cuerpo.
Desarrollado por investigadores del Hospital General de Massachusetts (MGH; Boston, EUA), la técnica de conservación ha triplicado la cantidad de tiempo que los hígados de rata pueden ser almacenados antes de los trasplantes. El primer paso implica la perfusión del hígado para superenfriar el tejido sin causar daño irreversible a las células, usando 3-O-metil-D-glucosa (3-OMG), un compuesto modificado de glucosa, que no es tóxico, el cual actúa como un protector contra el frío. La solución también contiene polietilenglicol (PEG-35kD, el ingrediente activo en los líquidos anticongelantes) para proteger específicamente las membranas celulares y disminuir el punto de congelación de una solución.
Los hígados de ratas fueron luego, enfriados lentamente, aún más por debajo del punto de congelación, llegando a -6°C, sin inducir la congelación, lo cual mantienen los órganos adecuados para su conservación. Utilizando esta nueva técnica, los investigadores fueron capaces de almacenar los hígados de rata super-enfriados durante un tiempo de máximo 96 horas. Después de almacenar los órganos para un máximo de cuatro días, los investigadores utilizaron otra vez la máquina de perfusión para volver a calentar el órgano, al tiempo que suministraban oxígeno y otros nutrientes para prepararlo para el trasplante.
Todas las ratas que fueron implantadas con los hígados superenfriados almacenados durante tres días sobrevivieron por tres meses; la tasa de supervivencia para los animales que recibieron hígados almacenados durante cuatro días fue del 58%. Cuando se hizo el ensayo para ver si todas las etapas del método eran esenciales, los investigadores encontraron que si se eliminaban los componentes suplementarios, PEG-35kDa o 3-OMG, ninguna de las ratas sobrevivió incluso por una semana. Si no se utilizaba la máquina de perfusión o el superenfriamiento, la muerte se producía en máximo una hora después del trasplante. El estudio fue publicado en línea el 29 de junio de 2014, en la revista Nature Medicine.
“Hemos demostrado que se requiere de cada uno de estos componentes de forma individual para lograr la conservación viable mediante sobreenfriamiento en nuestro modelo, como lo demuestra la supervivencia a largo plazo del receptor”, concluyeron el autor principal, Martin Yarmush, MD, PhD, y sus colegas. “Hasta donde sabemos, el sobreenfriamiento es la primera técnica de conservación capaz de posibilitar los trasplante de hígados después de cuatro días de almacenamiento. Como se siguen investigando una amplia gama de diferentes aditivos o variaciones en el protocolo, las mejoras adicionales se pueden lograr mediante experimentación futura”.
Las tecnologías actuales pueden conservar hígados fuera del cuerpo durante un máximo de 24 horas, utilizando una combinación de bajas temperaturas y una solución química desarrollada por científicos de la Universidad de Wisconsin-Madison en 1983. La solución ayuda a mantener el tejido hepático vivo mientras es transportado al sitio receptor. La dificultad con la conservación a largo plazo de los órganos humanos se deriva principalmente del extenso daño tisular que se produce cuando los órganos están congelados. Mientras, que este procedimiento es exitoso para las células individuales y los tejidos simples, el problema se agrava con órganos enteros debido a los múltiples tipos de células y otras estructuras que reaccionan de manera diferente al frío.
Fuente: www.hospimedica.es