Buenos Aires / Brasilia.– El presidente de Argentina, Javier Milei, volvió a generar tensión diplomática en la región tras compartir en sus redes sociales un meme que representaba a Brasil como una favela, en contraste con una Argentina mostrada como un país futurista y desarrollado. La imagen fue difundida a través de historias de Instagram y posteriormente eliminada, aunque ya había circulado previamente en sectores del oficialismo argentino.
La publicación adquirió mayor dimensión política al ser replicada desde la cuenta oficial del jefe de Estado, pese a que Milei no fue el autor original del contenido. El meme formaba parte de una ilustración más amplia sobre América del Sur, elaborada tras la victoria del dirigente conservador José Antonio Kast en las elecciones presidenciales de Chile, y establecía una división visual entre países gobernados por fuerzas de izquierda, asociados a la pobreza y el atraso, y aquellos administrados por gobiernos de derecha, vinculados al progreso y al desarrollo tecnológico.
La difusión del contenido provocó reacciones inmediatas fuera de Argentina, especialmente en Brasil, uno de sus principales socios regionales y comerciales.
Dura respuesta desde Brasil
La reacción más fuerte llegó desde el entorno del presidente Luiz Inácio Lula da Silva. Guilherme Boulos, jefe de la Secretaría General de la Presidencia de Brasil, calificó el gesto de Milei como “vergonzoso” y lo atribuyó a una lógica de prejuicio ideológico.
En un mensaje publicado en la red social X, Boulos afirmó que Milei “es la cara de la ultraderecha: estupidez y prejuicio”, en una crítica directa al mandatario argentino por amplificar un contenido considerado ofensivo hacia Brasil.
Contexto diplomático delicado
La controversia se produce en un momento especialmente sensible para la relación bilateral, ya que en los próximos días está prevista una cumbre del Mercosur en Foz do Iguazú, donde Brasil y Argentina deberán sentarse a negociar en medio de diferencias políticas persistentes.
El episodio suma ruido a una relación diplomática marcada por el pragmatismo económico, pero atravesada por un clima político cada vez más tenso entre los gobiernos de Milei y Lula, cuyas visiones ideológicas opuestas han generado fricciones recurrentes en el escenario regional.
Hasta el momento, la Presidencia argentina no ha emitido una aclaración oficial, mientras el episodio continúa generando debate sobre el impacto del uso de redes sociales por parte de jefes de Estado en las relaciones internacionales.