
En un discurso televisado, Moise reiteró que no dejará el poder, como plantean opositores, por lo que apeló al diálogo, y la cooperación de sus adversarios políticos para resolver los múltiples problemas que enfrenta la nación.
Manifestó que extiende sus manos a todas las fuerzas vivas de la nación para formar juntos un gobierno de unidad nacional, capaz de abordar los problemas apremiantes de Haiti.
Ante los llamados a nuevas protestas, el presidente Moise expresó que no responderá con la violencia, y que espera se imponga el diálogo.
Pese al llamado de Moïse a la calma y la unidad, escuelas y negocios permanecían cerrados y siguen las protestas en diversos lugares de Puerto Príncipe
