La Casa Blanca calificó como «productiva» la conversación telefónica de 45 minutos entre Donald Trump y su contraparte turco Recep Tayyip Erdogan.
En una breve declaración la Casa Blanca describió la llamada telefónica de 45 minutos entre los presidentes de Estados Unidos y Turquía como productiva. Erdogan generalmente está entre los primeros en hablar en contra de percibidas injusticias contra los musulmanes y la fobia a los islámicos, pero esta vez dice Soli Ozel, experto en relaciones internacionales de la universidad Kadir Has de Estambul, que ha permanecido en silencio sobre la controversia en torno al veto migratorio.
“Este ensordecedor silencio sobre Tump, si fuera simpatizante de él, hubiera dicho, decepcionante, angustioso. Pero es muy obvio que no quieren cruzarse con Trump, hay expectativas sobre Trump. Y con Trump se sabe que sería recíproco. Es por eso el silencio”, indicó Ozel.
Una de las mayores expectativas de Erdogan es el fin del apoyo militar de Estados Unidos al grupo kurdo sirio PYD. Su milicia, YPG, está actualmente liderando la lucha para capturar la ciudad siria de Raqqa, la auto declarada capital del grupo Estado islámico.
El mes pasado el Pentágono suministró vehículos militares a una coalición que incluye al YPG. La medida causó alarma en Ankara, dado que acusa al grupo kurdo sirio de ser afiliado del Partido de los Trabajadores del Kurdistán, PKK, que lucha contra el gobierno turco por mayores derechos para las minorías.
Fuentes presidenciales turcas citadas en la prensa local indican que Trump y Erdogan acordaron cooperar en la batalla para capturar Raqqa y la ciudad siria de al-Bab, donde fuerzas turcas están combatiendo para recapturarla de manos del grupo Estado islámico.
