
Los principales focos de violencia por parte de grupos opositores, ocurren en Benghazi, la segunda ciudad más grande de Libia y ubicada al noreste. al noreste del país.
Medios de comunicación internacionales, como la cadena de televisión qatarí Al Jazeera, elevan la cifra de muertos a casi doscientos, mientras que desde el Gobierno libio se establece en 80 el número de fallecidos durante las revueltas.
Miles de seguidores del presidente Al-Qaddafi salen diariamente a respaldar su Gobierno. Con pancartas y consignas, los manifestantes rechazan la violencia y cualquier intento de intervención extranjera.
A través de la televisión pública, el hijo de Muammar Al-Qaddafi, Saif El Islam Al-Qaddafi, tomó la vocería. Y llamó al diálogo para una nueva Libia. Advirtió que, de lo contrario, habría una división del país.
Saif El Islam también denunció que factores internos y externos desean el colapso del Gobierno de su país, para lo cual, a su juicio, se ha armado todo un complot.
“Quieren crear un Gobierno en Benghazi, otros quieren tener una invasión, y otros declararon ayer (domingo) que eran un emirato de la república islámica de Derna. Ahora Libia se ha convertido en diferentes estados y emiratos. todos esto forma parte un complot”, denunció.
El pasado sábado, las autoridades libias arrestaron a decenas de personas de una «red extranjera» cuyo objetivo era desestabilizar el país, según la agencia oficial libia Jana.
Según ese medio, que citó fuentes oficiales, decenas de personas peretencientes a una «red extranjera entrenada para perjudicar la estabilidad de Libia, la seguridad de sus ciudadadnos y su unidad nacional» fueron detenidas «en algunas ciudades libias».
