Los Ángeles, California – Este jueves, estudiantes y maestros del Distrito Escolar Unificado de Los Ángeles (LAUSD) iniciaron el nuevo año académico en un clima de preocupación, tras un verano marcado por redadas de inmigración y el temor de que las escuelas puedan convertirse en objetivo de la represión migratoria de la administración Trump.
Llamado a frenar operativos cerca de escuelas
El superintendente Alberto Carvalho pidió a las autoridades migratorias evitar operativos dentro de un radio de dos cuadras de los centros educativos, desde una hora antes del inicio de clases y hasta una hora después de su cierre.
“Los niños con hambre y miedo no pueden aprender bien”, declaró, anunciando ajustes en rutas de autobús y medidas para proteger a estudiantes y familias.
El Distrito Escolar distribuirá un paquete de preparación familiar con información sobre derechos, contactos de emergencia y recomendaciones para designar un cuidador suplente en caso de detención de un padre.
Incidentes que aumentan la tensión
Aunque no se han registrado detenciones dentro de las escuelas, un estudiante de 15 años fue esposado afuera de Arleta High School el lunes, en un caso de identidad equivocada, según Carvalho.
El incidente refuerza la preocupación de educadores y familias ante la presencia de agentes de inmigración cerca de planteles.
En abril, dos escuelas primarias negaron la entrada a funcionarios del Departamento de Seguridad Nacional (DHS), y se ha reportado la presencia de vehículos de agentes fuera de los recintos.
Redadas afectan asistencia escolar
Docentes temen que el miedo reduzca la asistencia en el inicio del ciclo escolar.
Lupe Carrasco Cardona, profesora del Roybal Learning Center, recordó que la asistencia ya bajó en enero, y que en junio, redadas cerca de escuelas coincidieron con ceremonias de graduación, afectando la participación de padres y familiares.
Algunas familias optaron por educación en línea, con un incremento del 7 % en la inscripción virtual este año, según Carvalho.
Apoyo a estudiantes inmigrantes
Madelyn, estudiante centroamericana de 17 años y en situación migratoria irregular, expresó su temor de regresar a clases:
“En lugar de sentirme emocionada, lo que siento es preocupación… pero tengo que ser valiente”, dijo, destacando su compromiso de apoyar a otros alumnos inmigrantes.
El LAUSD ha contactado a más de 10.000 padres y visitado 800 familias para informar sobre transporte, apoyo legal y recursos financieros. Además, desplegará 1.000 trabajadores en zonas afectadas por redadas para garantizar que “nadie se quede en casa por miedo”.
