
La transición de rescate a recuperación
A medida que avanzaba el cuarto día de la operación de rescate, las autoridades indonesias tomaron la difícil decisión de pasar de una búsqueda de supervivientes a un proceso de recuperación de cuerpos. Los rescatistas, que habían excavado túneles con gran cautela bajo los escombros, temían que la estructura inestable del edificio pudiera colapsar nuevamente.
La escuela internado Al Khoziny, ubicada a unos 680 kilómetros de Yakarta, sufrió el colapso el lunes, mientras los estudiantes realizaban sus oraciones de la tarde. La tragedia ha dejado a 59 personas desaparecidas y a docenas de familias desesperadas por noticias de sus seres queridos.
Familias aferradas a la esperanza
Entre las personas que aguardaban noticias cerca del lugar del desastre se encontraba Umi Kulsum, madre de Sulaiman Hadi, un joven de 15 años que asistía al internado. Visiblemente angustiada, Kulsum aún mantenía la esperanza de que su hijo pudiera estar con vida. “Mi hijo está fuerte, quiero creer que lo encontrarán con vida”, declaró a CNN Indonesia.
Los rescatistas, que durante días han trabajado con cámaras térmicas para detectar señales de vida, no han podido localizar a más sobrevivientes desde el miércoles. Sin embargo, algunos niños fueron encontrados, y se logró rescatar con vida a Haikal y otros seis adolescentes. Lamentablemente, dos de ellos fueron hallados sin vida.
Las condiciones difíciles del rescate
Las operaciones se complicaron aún más cuando un terremoto sacudió la región de Sumenep, a unos 200 kilómetros del lugar del colapso, aumentando los temores de que los temblores hayan agravado la situación de los escombros. Pese a esto, los equipos de rescate continuaron trabajando bajo condiciones extremas, cavando pequeños túneles de apenas 60 cm de ancho para llegar a los estudiantes atrapados.
Uno de los momentos más dramáticos se dio el miércoles, cuando los equipos rescataron a Haikal, quien fue hallado con signos de desnutrición pero en condición estable. Este pequeño milagro trajo algo de alivio a la angustiosa situación.
La respuesta institucional y el uso de maquinaria pesada
En los días posteriores al colapso, las autoridades indonesias decidieron utilizar maquinaria pesada para retirar los escombros y continuar con la recuperación de los cuerpos. Inicialmente, se habían resistido a usar excavadoras por temor a un colapso adicional, pero dada la magnitud de la tragedia, los funcionarios acordaron que este método sería el más efectivo para avanzar en la recuperación.
El internado islámico Al Khoziny forma parte de las miles de escuelas religiosas en Indonesia, que están dispersas por todo el país. En el momento del colapso, el edificio estaba en proceso de renovación.
Un doloroso saldo
Hasta el momento, el número de muertos confirmados asciende a cinco, pero el número de desaparecidos ha sido difícil de precisar. Las autoridades han estimado que 59 personas continúan sepultadas, aunque algunos informes indican que podría haber más víctimas, ya que las listas de asistencia escolar y los reportes familiares aún se están procesando.
Los equipos de rescate siguen trabajando incansablemente, enfrentándose al peligro de nuevos derrumbes mientras intentan localizar a las últimas víctimas atrapadas bajo los escombros. La incertidumbre y el miedo continúan siendo un peso para los familiares que esperan noticias.
