Sonajero
Grisbel Medina R.
Tarjetas Unicef
Hay tarjetas que soplan vida y mensajitos que sonrojan el mundo.
Una amiga tiene el “te amo” de su esposo en el escritorio. Hay cartas chiquitas con argumentos desafiantes y papelitos modestos cuya firma es un ventarrón de pasiones. Yo sé que el correo electrónico ‘juye’, que es más veloz que la misiva de antes, pero, ¿has pensado en el soplo de esa carta que te traqueteó el corazón? Duras, tristes o pasionarias, lo manuscrito sabe a chocolatito caliente, a chulería escondida.
Cada año Unicef invita a garabatear deseos en las tarjetas llenas de vida que venden para invertir el recurso en acciones a favor de la niñez en el país. Este año la campaña promueve la lactancia materna.
En el 2008 se vendieron 82,000 tarjetas, o sea, 82,000 personas recibieron cariñitos escritos en las hermosas postales de Unicef. ¿Qué esperas? Las abuelas dicen que se recibe lo que se siembra. Chequea la tienda virtual de Unicef (www.tiendaunicefrepublicadominicana.org/tienda) y encarga las tuyas.
Para que te motives, abrí el baúl para airear tesoritos de mi existencia.
“Gris, mujer tentación… eres la única persona que me llamó en San Valentín y esta mañana casi muero de susto al leer tus hermosas palabras”. Ger, 2003. “Sé que el programa será un éxito. Trata de ser distinta, como tú eres. No conviertas el espacio en algo light, dale altura”, 2002.
Cuando privando en ‘frequita’ le escribí “ayer, por el friito y la lluvia, tuve ganas de amarrarte a mi piel con las rodillas”, él me respondió “y yo de quedar eternamente amarrado entre tus rodillas, levantando la cabeza sólo para respirar y besar tus labios”…!Ay! Enero 2006: “Anhelo la acacia de tu sonrisa, pienso en ti, me cuesta no hacerlo; aspiro a saborear el triunfo liceísta en el imperio de tu intimidad, en el olor prisionero de tus labios; si no ahora, cuando me tengas del todo y con todo.
Te acuestas temprano pero te falta mejorar el apetito. Las flores casi están marchitas, necesito renovarlas prontamente. Estoy pendiente de tus días, aunque me notes ausente”. Un año después: “Yo también celebro este amor. En ti he encontrado nuevamente razones de vida, de risa y sonrisa, de sexo y silencio también. Sigamos sembrando y procurando fuerte este árbol frondoso”.
Reciente, luego de recibir un premio que me compromete: “Es que eres luchadora a tiempo completo, siembras un precedente, continúa sin desmayo en tu camino hacia la victoria”, de Mecho y de Jaclin.
“Felicidades por tu nuevo logro, mana!!. Usted es una verduga y me alegro de que se le reconozca. Con dos o tres periodistas más como tú esta porquería de paicito se arregla, je je je!”, Joselyn Soto, lectora que no tengo el privilegio de conocer personalmente: “Felicidades amiguis por su premio. No me sorprende. Ya le dije a usted que su talento la precede. Disfrute sus logros como sé que ha sudado sus esfuerzos. Mi padre, Miguel Medina: “Continúa escribiendo con el corazón, pasión y valentía que vendrán premios mayores cuando las almas humildes y vulnerables sean redimidas”.
La última, de Radhamés G.
Pepín, en la calentura de un lío en el 2003: “Grisbel, hay muchas formas de ‘joderse’ y has encontrado una.
Te felicito”.