• 18 abril, 2024

Sonajero

Sonajero.jpgGrisbel Medina R.

Untadita decembrina

Rompí mi enraizada enemistad con la cocina para halagar mi amante con un platillo sabroso. Quiero que se chupe los dedos y por fin supere la costumbre de degustar en la autopista cueritos chicharroneros “colesterol free”. El platón donde serviré mi receta es tan grande y bondadoso como las pistas donde llueve cocaína por un tubo y siete llaves. No le faltará el agrito ronco de Vincho y su constante amagar y no dar. Tampoco olvidaré pimienta al gusto de la recia Sobeida con su pecho recién operado y manos tapadas para no perder el glamour con las efímeras esposas policiales.

Mostaza de préstamos congresuales no faltará para que el gobierno se explaye en inauguraciones el próximo año electoral. Compré perejil para decorar las muelitas de cangrejo y colitas de camaronces con que pretendo satisfacer el paladar del marido que me tiene de vuelta y media.

Para no perder la costumbre, hice un arrocito amarillo del que negocia libre de impuestos (descubrimiento de Nuria Piera) un asistente especial del Presidente. Aparte de la pimienta que roncha y pica de la finca de Franklyn Almeyda y sus selectivas prohibiciones, adiciono el vinagrito del Jefe de la Policía auspiciador del dimensionado linchamiento del filme Baldera y compartes. Para darle saborcito, machaqué el mágico ajo del ¿fugado? boricua Figueroa Agosto, quien tenías más cédulas y vidas que un gato banilejo. Con tal de calmarle el resabio por el fraude que le hicieron en la convención y la papeleta que mataron a menudo en la primaria peledeísta, le he rociado un sazóncito completo al platón a engullir por el marido que le tumbé a la resbalosa Lumy Lizardo.

Un chin de orégano y cebolla para que se me ponga en salsa y bailemos a “Marola” en la calle o en la casa con los versos urbanos del maravilloso Terror Díaz. Para quienes llevan anotaciones, la untadita decembrina para provecho de mi marido.

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