Sonajero

El fenómeno de la violencia de género que afecta a las mujeres tiene en el mundo miles de historias, de almas, madres, hijas, tías, sobrinas, abuelas, condenadas a muerte por el hecho de ser mujeres. La subordinación de lo femenino frente a lo masculino, en una sociedad de evidentes desigualdades, nos tiene cargando demasiado pesado. Ninguna víctima debería privilegiarse pero está clarísimo que enterrar al año a tantas dominicanas no despierta la marea informativa, la movilización física y los discursos en chorrera de otras situaciones, de otras tragedias. Ya está bueno. La violencia que afecta a las mujeres no es parte del paisaje.

El 19 de abril tenemos el chance de caminar y correr por ellas. Te invito a manifestarnos por las víctimas de la violencia machista, las que padecieron del odioso estribillo “es mía o de nadie” y por aquellas féminas agredidas en nombre del amor, cuando tanto sabemos que quien ama no mata.

La carrera es de diez kilómetros y el compromiso con la prevención de la violencia de género lo asumiremos en conjunto. Partimos de los jardines del Gran Teatro del Cibao el 19 de abril a las siete treinta de la mañana. Súmate a este esfuerzo de promoción de vida sana que este año dedica cientos de horas voluntarias al Núcleo de Apoyo a la Mujer, entidad que lleva casi 30 años apoyando las víctimas de maltrato físico, sexual, sicológico y económico.

Para inscribirte en Santiago están las oficinas de Acción Callejera, AIREN, Cámara de Comercio, el Núcleo en Los Pepines, Diagnosis y Juan Hernández & Asociados. En Santo Domingo pueden dirigirse a Runner Shop o vía la página www.santiagocorre.com.do

Muchas organizaciones están unidas en este esfuerzo por hacer valer los derechos.

Si deseas caminar, el derecho es de 400 pesos y para los corredores 700. Ven con quien amas, trae a la familia, en colectivo hagamos valer las buenas noticias y especialmente alimentar la conciencia ciudadana sobre la equidad de género, la no violencia contra la mujer y la prevención de la violencia intrafamiliar que tanto dolor nos trae, que tantas penas nos deja. ¡A correr por ellas! ¡Ni una muerta más!