• 18 diciembre, 2025

Sospechosos de la masacre en Bondi Beach se ocultaron casi un mes en un hotel de Filipinas, según testigos

Manila.– El padre y el hijo Sajid y Naveed Akram, sospechosos de perpetrar la masacre del domingo en Bondi Beach, en Sídney, permanecieron casi un mes refugiados en un hotel de Filipinas, donde rara vez salían de sus habitaciones y se alimentaban principalmente de comida rápida, según relató a CNN un empleado del establecimiento.

De acuerdo con el testimonio de un trabajador del hotel identificado solo como Jun, los Akram se alojaron en un hotel de la ciudad de Davao, en el sur de Filipinas, durante el mes de noviembre, y solo abandonaban el edificio aproximadamente una hora al día, tras lo cual regresaban a sus habitaciones. Durante toda su estadía no recibieron visitas.

El viaje de los sospechosos se ha convertido en un elemento clave de la investigación antiterrorista, que busca esclarecer los preparativos y motivaciones del ataque antisemita que dejó 15 personas muertas durante una celebración judía de Janucá en la reconocida playa australiana.

Investigación sobre posible entrenamiento

Las autoridades australianas han indicado que investigan qué actividades realizaron los Akram durante su estancia en Filipinas y si estas guardan relación directa con el atentado. A inicios de semana, la cadena pública australiana ABC informó que los servicios antiterroristas sospechaban que los hombres habrían recibido entrenamiento militar durante su paso por el país asiático.

Sin embargo, autoridades filipinas negaron hasta el momento la existencia de pruebas que confirmen dicha versión y aseguraron que mantienen una coordinación estrecha con la policía australiana.

Estancia de 28 días en Davao

Según el empleado del hotel, Sajid y Naveed Akram reservaron inicialmente ocho días, a partir del 1 de noviembre, pero luego extendieron su estadía hasta el 28 de noviembre, pagando el monto restante en efectivo. El establecimiento es descrito como un hotel económico de una estrella, con habitaciones de precio moderado.

Jun relató que ambos huéspedes se mostraron educados y respetuosos, saludaban cordialmente al personal y permitían la limpieza diaria de sus habitaciones, donde no se halló nada sospechoso, salvo empaques de comida para llevar de Jollibee, una conocida cadena filipina de comida rápida. El empleado aseguró haberlos reconocido posteriormente al ver las imágenes del ataque en Australia.

Mindanao y el historial de extremismo

La ciudad de Davao se encuentra en la isla de Mindanao, una región que ha tenido una historia marcada por el extremismo islámico, aunque expertos citados por CNN señalan que el terrorismo en Filipinas ha disminuido en los últimos años, pese a que algunos grupos militantes aún permanecen activos en zonas remotas.

El asesor de Seguridad Nacional de Filipinas, Eduardo Año, afirmó que no existen indicios de que los sospechosos hayan recibido entrenamiento con grupos militantes en Mindanao y calificó como “obsoletos y engañosos” los reportes que describen al sur del país como un foco actual de extremismo violento.

Año recordó que, tras el asedio de Marawi en 2017, cuando grupos vinculados a ISIS tomaron temporalmente la ciudad, el Gobierno filipino intensificó la represión contra organizaciones armadas, debilitando su estructura operativa.

Según el Índice Global de Terrorismo 2025, Filipinas ocupa el puesto 20 entre 79 países, una mejora significativa frente a 2019, cuando figuraba en la novena posición.

Cooperación internacional

El Gobierno filipino confirmó que mantiene contacto permanente con Australia. La ministra de Asuntos Exteriores, Theresa P. Lazaro, expresó en la red social X el respaldo de su país a los esfuerzos para combatir la intolerancia, el odio y la violencia, tras conversar con su homólogo australiano.

Las investigaciones continúan mientras las autoridades buscan determinar si la estadía en Filipinas tuvo algún rol directo en la planificación del ataque que conmocionó a Australia y al mundo.

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