
A la reunión tenían previsto asistir más de una decena de altos funcionarios de la administración, entre ellos la secretaria de Estado Hillary Clinton, el secretario de Defensa Robert Gates y el director de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) Leon Panetta.
Los servicios secretos estadounidenses han sido blanco de críticas en los últimos días por no haber podido impedir que Umar Farouk Abdulmutallab, un nigeriano de 23 años, se embarcara en un avión estadounidense e intentara detonar un explosivo en el vuelo del 25 de diciembre que procedía de Amsterdam y estaba por aterrizar en Detroit.
Obama prometió «responsabilidad» por lo que calificó de «errores sistémicos» que permitieron que el plan se llevara a cabo. Pero el portavoz de la Casa Blanca Robert Gibbs dijo que Obama confía plenamente en sus más altos funcionarios, entre ellos Panetta y la secretaria de Seguridad Interior Janet Napolitano, publicó DPA.
Los críticos argumentan que el frustrado ataque de Navidad expuso la debilidad de los servicios secretos estadounidenses, que debería haber mejorado tras los atentados terroristas del 11 de septiembre de 2001. Se prevé que Obama haga referencia a este aspecto tras la reunión.
A un día de su regreso de dos semanas de vacaciones en Hawaii, se espera que Obama no anuncie importantes medidas cuando hable tras el encuentro. Según Gibbs, el mandatario ofrecerá una «actualización honesta» sobre la revisión que ordenó tras el frustrado ataque.
Algunos cambios de seguridad ya fueron puestos en vigor esta semana. La Casa Blanca anunció el lunes que se añadieron o se quitaron miles de nombres de las listas de sospechosos de terrorismo con las que cuenta Estados Unidos para prevenir nuevos ataques.
Umar Farouk Abdulmutallab estaba en una lista genérica de casos a observar de 550.000 nombres, pero no estaba en una lista más restringida para no volar.
Los procedimientos de control en los aeropuertos también fueron endurecidos. Los pasajeros de más de una decena de países que viajen dentro de Estados Unidos deberán enfrentar automáticamente medidas de seguridad más estrictas, entre ellos los que provengan de Yemen, Nigeria y Arabia Saudí.
